Beijing: la Asamblea nacional del pueblo se reunirá el 22 de mayo

Prevista para inicios de marzo, fue postergada por la emergencia Covid-19. El Régimen quiere reforzar la idea que la crisis ya ha sido superada. Surgen escisiones sobre lo obrado de Xi Jinping. Un delegado de la Conferencia consultora pide al gobierno un plan global para combatir al coronavirus.

Beijing (AsiaNews/Agencias)- La Asamblea nacional del pueblo (ANP) se reunirá el 22 de mayo. Estaba prevista para el inicio de marzo, pero por primera vez en 20 años fue postergada a causa de la pandemia de coronavirus. La decisión fue anunciada ayer por el Comité permanente del ANP, que no ha especificado si los trabajos durarán 2 semanas como en los años pasados.

Se encontrará en Beijing 3 mil parlamentarios, en la Gran sala del pueblo en la plaza Tiananmen. Ellos deberían discutir problemas, políticas y leyes que aplicar para la sociedad: en realidad confirmar todo aquello que el Comité permanente del Partido comunista ya decidió.

Junto a la ANP se reúne normalmente también la Conferencia política consultiva del pueblo chino (CPCPC). Sus 2 mil delegados (entre los cuales aquellos religiosos) representan a la sociedad civil y deberían ofrecer consejos a la Asamblea nacional y al Partido sobre cómo mejorar las políticas nacionales. n los hechos es un instrumento para someter la población a las decisiones de la dirigencia.

Según muchos observadores, con el anuncio de la convocación el régimen entiende reforzar la idea que la emergencia coronavirus ha sido ya superada. Para el presidente de la ANP, Li Zhanshu, la sesión apunta a “unir los los pensamientos” de los delegados sobre la situación general del país. La afirmación denota una posible grieta dentro del régimen sobre el modo con el cual el presidente (y secretario del PCC) Xi Jinping afrontó la crisis pandémica.

Jia Qingguo, un miembro del Comité permanente della CPCP, pide al gobierno lanzar un plan global de ayudas para combatir el Covid-19. Beijing es acusada por muchos países, sobre todo en Occidente, de usar donaciones y ventas preferenciales de material sanitario para aumentar su prestigio internacional. Según Jia, un programa coordinado de intervenciones ayudaría a hacer caer estas acusaciones.

Presumiblemente, la doble sesión (las así llamadas “lianghui”) se deberá realizar bajo un estrecho control sanitario. En Beijing están todavía en vigor rígidas medidas de prevención: los visitadores son sometidos a test diagnósticos y a 2 semanas de cuarentena. Hasta hoy en el país se cuentan 8.347 contagiados y los decesos son 4.643.