21/07/2022, 14.56
LÍBANO
Enviar a un amigo

Beirut: el patriarca Rai pide tomar medidas tras el arresto del arzobispo

de Fady Noun

Mons. Moussa el-Hage sólo recuperó la libertad gracias a la intervención de las más altas autoridades libanesas. El arzobispo de Haifa y Jerusalén no compareció ante el tribunal militar. La Iglesia maronita ha pedido que Fadi Akiki, cercano a Hezbolá, sea llevado ante el Consejo Disciplinario del Poder Judicial y destituido de su cargo

 

Beirut (AsiaNews)- No fueron ocho, como se informó en un principio, sino doce horas de interrogatorio las que debió sufrir el arzobispo maronita de Jerusalén y Tierra Santa, Moussa el-Hage, cuya sede está en Haifa (Israel). En reacción a su arresto, el patriarca maronita, el cardenal Béchara Raï, convocó a una reunión extraordinaria del Consejo Permanente en las últimas horas de la tarde y condenó este ataque sin precedentes contra la Iglesia maronita, calificándolo de "farsa de seguridad, judicial y política", dejando a la opinión pública la tarea de adivinar quién podría estar detrás, aunque se han hecho alusiones a Hezbolá.

El arzobispo Moussa el-Hage fue detenido el 18 de julio y trasladado a la sede de Seguridad general en Ras Nakoura antes de que lo autorizaran a continuar su viaje, a condición de comparecer ante un tribunal militar. Según fuentes eclesiásticas, recuperó la libertad solo tras la intervención de las máximas autoridades judiciales libanesas, ya que la intención original del comisionado gubernamental del Tribunal Militar, Fadi Akiki -que había ordenado su arresto y la confiscación de su pasaporte y teléfono móvil- era retenerlo durante toda la noche. Mons. el Hage fue acusado por el tribunal militar de haber violado la ley de boicot a Israel porque estaba entregando la ayuda de libaneses y palestinos que viven en Israel a sus familiares que viven en el Líbano afectados por la crisis económica, un servicio pastoral que se presta desde hace mucho tiempo. Las fuerzas de seguridad incautaron grandes cantidades de medicamentos, alimentos y productos enlatados, por un valor de 480.000 dólares aproximadamente, dijeron las fuentes.

Según varios testimonios, los medicamentos que transportaba el arzobispo fueron confiscados con el pretexto de que las cajas y recetas estaban escritas en hebreo, aunque los donantes habían intentado borrar algunas inscripciones para evitar disputas. Se robaron y tiraron medicamentos para enfermedades crónicas, cáncer, diabetes e insuficiencia renal.

En la lista de benefactores se identificaron los nombres de muchos ex milicianos del Ejército del Sur del Líbano. Según fuentes cercanas a la investigación, la transferencia de fondos entre "los territorios ocupados y el Líbano se considera un delito, y el obispo ya había sido advertido de que no debía transferir fondos o medicamentos que le hubieran sido entregados por personas buscadas por la justicia libanesa y residentes en los territorios ocupados”. El Ejército del Sur del Líbano es una milicia auxiliar del ejército israelí cuyos miembros huyeron a Israel cuando este se retiró del Líbano en mayo de 2000.

La Iglesia maronita reprochó a los funcionarios, y en particular al Ministro de Justicia, su inacción y silencio ante los métodos utilizados por el Tribunal Militar y pidió que Fadi Akiki, cercano a Hezbolá, sea llevado ante la Comisión Disciplinaria del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial y sea destituido de su cargo.

El cardenal Bechara Raï hace referencia en el comunicado a los "usos y costumbres" que regulan la relación entre la Iglesia y el Estado libanés, de los que el Tribunal Militar se han apartado gravemente, hábitos y costumbres que están notoriamente marcados por la deferencia debida a los hombres de religión, en virtud de su estatus. La declaración tampoco olvida mencionar que la Iglesia maronita "estuvo en el origen de la creación del Gran Líbano".

El director de Seguridad General, el general Abas Ibrahim, publicó un tuit en el que afirma que la Seguridad General "solo ejecutó una orden judicial".

El arzobispo Moussa el-Hage no compareció ayer ante el tribunal militar como estaba previsto.

En su comunicado, la Iglesia maronita pide "la restitución de la suma confiscada por el Tribunal Militar", confiada al arzobispo por "benefactores libaneses y palestinos" y destinada a aliviar la carga de muchas familias necesitadas "de todas las comunidades libanesas", no solo maronita. La declaración de la Iglesia maronita deja en claro que en su servicio pastoral el arzobispo no estaba actuando por cuenta propia, sino que "lo hacía en función de directrices que no son otras que las de la Iglesia maronita y el Vaticano". Por lo tanto, la Iglesia no intentará justificar su acción ante los ojos de los servicios de seguridad.

El comunicado pide también que el Estado extienda su protección a todos los libaneses, "incluidos los libaneses obligados a abandonar el país" por razones históricas, y cuyos hijos son notoriamente impedidos de inscribirse en el registro civil libanés, lo que plantea problemas inextricables de herencia y sucesión. Compara los tiempos actuales "con otros tiempos e imperios pasados" y, sin nombrar a Hezbollah, recuerda que la Iglesia ha tratado de confronar el tipo de sociedad inquisitorial que el grupo chiita está imponiendo en el Líbano con la sociedad abierta a los derechos humanos y las libertades que la Iglesia maronita siempre ha promovido en el Líbano y en Oriente.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Detienen al arzobispo maronita, un mensaje de Hezbolá dirigido al patriarca Rai
20/07/2022 11:50
El Patriarca Rai en el funeral de Sleiman: "¿Quién se beneficia del caos libanés?
13/04/2024 12:55
El cardenal Rai critica a Hezbolá por los ataques contra Israel
10/08/2021 12:45
Beirut, el sínodo de la Iglesia maronita busca dar esperanza y solidaridad
16/06/2021 12:01
Patriarca Rai: El Líbano se está convirtiendo en un 'estado policial'
26/07/2022 15:39


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”