18/07/2019, 16.07
SRI LANKA
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Card. Ranjith: Jamás vi tanto dolor como el de las masacres de Pascua

Dentro de pocos días recurren 3 meses de los atentados y las masacres de Pascua que provocaron 258 muertos. Las iglesias reabiertas: “Fueron los fieles que nos pidieron darles de nuevo la misa”. El arzobispo habla de ayudas internacionales, condena las ineficiencias del gobierno y las responsabilidades de la comunidad internacional que “no tienen la valentía de imponer el respeto de los derechos humanos en los países productores de petróleo sponsor del terrorismo”. La comunidad católica “jamás tuvo problemas con la musulmana”.

 

Colombo (AsiaNews)- A casi 3 meses de las terribles masacres de Pascua en Sri Lanka, “estamos lejos de la verdad”. Aquello que sucedió es todavía un misterio”. Lo afirma a AsiaNews, el Card. Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, trazando un balance de la situación actual en el país. La suya es una denuncia de la ineficiencia del gobierno actual, “demasiado ocupado en resolver cuestiones internas” y de las connivencias de las potencias internacionales- EEUU y Europa a la cabeza- “que continúan vendiendo armas a los países que patrocinan el terrorismo”. Luego narra cuáles son los sentimientos de los fieles católicos, marcados en lo profundo del sufrimiento y confía su recuerdo personal de los atentados: “Aquella mañana celebré una misa. Luego recibí la llamada telefónica que me avisaba sobre la primer bomba en el santuario de San Antonio. Fui enseguida y vi una escena increíble. Me puse a llorar. No lograba soportar el dolor de la gente que lloraba y pedía ayuda. La policía no me dejó pasar, pero todos trataban de ayudar a los heridos. Jamás vi tanto dolor y que jamás olvidaré”.

El próximo 21 de julio recurren 3 meses de las masacres realizadas por los terroristas islámicos en el domingo de Pascua. Fueron afectadas 3 iglesias (2 católicas en la arquidiócesis de Colombo y una evangélica en Batticaloa) y 3 hoteles de lujo de la capital. El balance fue pasadísimo: 258 muertos y más de 600 heridos. Según el arzobispo, “las dificultades no fueron totalmente superadas. Gracias a las ayudas recibidas a nivel internacional, hemos iniciado proyectos de ayuda a las familias ya sea desde el punto de vista espiritual como del psíquico, ya sea para la rehabilitación física de los heridos”. Mientras tanto todas las iglesias fueron reabiertas “y funcionan al 90%. Fueron los mismos fieles que nos pidieron que les celebremos la Misa. Ahora el servicio es casi regular, pero para las grandes celebraciones ponemos mucha atención a las condiciones de seguridad para los fieles”.

En estos meses el cardenal estuvo entre los líderes cristianos que han denunciado con mayor fuerza las responsabilidades del gobierno y condenado la violencia ciega. “No logro entender- afirma- como sea posible que algunos seres humanos puedan hacer tanto mal a otros hombres inocentes, como sea posible que algunos hombres puedan ser tan inhumanos contra otros”.

El gobierno de Colombo, continúa el purpurado, “mantiene secretas las informaciones y entre nosotros hay tantas respuestas sin respuesta. El problema es que este está empantanado en una lucha interna entre el presidente (Maithripala Sirisena) y el Premier (Ranil Wickremesinghe). En esta lucha de poder nadie dice la verdad”. El Card. Ranjith se refiere a la grave crisis constitucional que paraliza la política ya desde fines de 2018: “esta venganza que llevó a ignorar las amenazas de los atentados, evidenciados por los servicios de seguridad indios ya desde los inicios de abril”.

El arzobispo subraya que “la comunidad católica jamás tuvo problemas con la islámica. Por siglos hemos convivido en paz. En los últimos  30-40 años asistimos a una radicalización gradual de la comunidad, sobre todo entre los más jóvenes. Luego existió el intento de proteger a los terroristas y las señales del radicalismo. El precedente gobierno (de Mahinda Rajapaksa) desmanteló algunos aparatos de inteligencia militar, rindiendo siempre más débil el sistema de seguridad. De este modo se redujo la capacidad de controlar lo que sucedía en el país. Con la lucha actual entre el presidente y el Premier la incapacidad se intensificó. Cuando hace algunos meses fueron pagados los jóvenes que han realizado los atentados, las autoridades no tomaron en serio las amenazas”.

Según el Card. Ranjith, “la mayor parte de la responsabilidad está en manos del presidente del cual depende la Defensa del país. Iniciaron una investigación y fue presentado un informe, pero que no fue divulgado. Algunos consideran que en aquel documento hay pruebas concretas contra el presidente, que no habría hecho su deber. Nosotros tenemos muchas dudas sobre su integridad”. “Lo que sucedió- reafirma- es responsabilidad del presidente y del Premier, que en cambio de cargar contra el jefe de la policía y sobre el ex jefe policía y su ex secretario de Defensa y sobre su ex secretario de Defensa, arrestados y llevados a la cárcel”.                                                                                                                                                                                              

Mientras “fracasaba la inteligencia del país, fuimos su objetivo. De nuestra parte tratamos de tener buenas relaciones con los musulmanes a nivel local, evitando el enfrentamiento y sosteniendo la convivencia pacífica con todas la religiones, pero no basta. Es la comunidad que debe ser consciente del daño que el radicalismo puede provocar a la paz y a la concordia entre las religiones. Por lo tanto debe tener la valentía de denunciar a los terroristas y bloquear el fenómeno que se está difundiendo en todo el mundo”.

El Card Ranjith lamenta que “los radicalismos son financiados y propagadas por algunos países de Oriente Medio. Ellos deberían ser obligados a asumirse las propias responsabilidades. En cambio la comunidad mundial, in primis los Estados Unidos y algunos países europeos, no tiene el coraje de condenar. Al contrario, vende armas a ellos, reforzando la posibilidad de difundir el extremismo. Hay una cierta falta de sinceridad por parte de los países desarrollados, que sostienen sus propios intereses políticos. No logro entender esta política internacional. Quizás mis palabras no son aceptables por los EEUU, pero estoy diciendo la verdad”.

Para realizar realmente el camino de paz trazado por el documento sobre la Fraternidad humana firmado por el Papa Francisco y el Gran imán de al-Azhar en Abu Dhabi, concluye, “no basta crear paz y concordia a nivel de pueblo o de país: debemos promoverlas mundialmente. Para obtener esto, se necesita controlar la radicalización del islam a nivel mundial y alentar a que los países que propagan este radicalismo, sobre todo en los jóvenes, a crear una cultura abierta, generosa, en relación con todas las religiones. Los grandes países que tiene relaciones económicas con estos productores de petróleo. deben imponer sinceridad y coherencia, para que ellos sigan una política internacional que sea realmente respetuosa de todos los seres humanos, comprendidas las mujeres”. A:C:F:)

 

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