25/08/2017, 13.18
MACAO
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Mensaje de mons. Stephen Lee: Colaborar para sanar a Macao después del tifón Hato (Video)

de Stephen Lee

El Obispo de Macao impulsa a la población afectada a trabajar juntos, el gobierno, las organizaciones de voluntarios y las organizaciones benéficas. La generosidad de la gente de Macao hacia los heridos, las personas necesitadas, los ancianos solos. Las escuelas podrán abrir más tarde mientras se limpian los edificios de escombros. "Este no es el momento para quejarse." Los soldados del ejército chino trabajan para limpiar las calles.

   

Macao (AsiaNewsg - El tifón Hato, que golpeó a Macao hace dos días  - igual que a Hong Kong y Guangdong - ha dejado una estela de muertos (9) y heridos, desastres e inundaciones. El gobierno se disculpó por no haber preparado la ciudad para el impacto del tifón más fuerte en los últimos 53 años y el director de la oficina meteorológica ha renunciado. Hasta la fecha, cerca de 7.000 familias de las 250.000 permanecen sin electricidad, mientras que todavía hay una crisis de agua potable. El gobierno y la Iglesia Católica han establecido algunos puntos en la ciudad donde es posible obtener agua para beber. Algunos barrios en el noreste de la zona todavía están inundados. Varios edificios de la iglesia también están seriamente dañados. Para satisfacer las necesidades de la población y para limpiar las calles, hoy han entrado en acción también los soldados de la guarnición del Ejército Popular Chino. Aquí está el mensaje que monseñor Stephen Lee ha extendido hoy a toda la población.

 

24 de agosto de 2017

 

S. Bartolomeo

Queridos hermanos y hermanas de Macao en Cristo,

El miércoles pasado [23 de agosto], hemos experimentado personalmente uno de los tifones más fuertes (Hato) en Macao y estamos todavía viviendo el enorme daño y las consecuencias causadas en diferentes partes de la ciudad.

Permítanme, en nombre de toda la familia diocesana católica, extender mi participación de corazón a todos aquellos que han sido afectados por el tifón. Mi corazón está con todos aquellos que perdieron sus preciosas vidas, con los que han sufrido lesiones durante la inundación, sus queridas familias, las personas cuyas viviendas, tiendas y negocios fueron inundadas por el agua o están afectados por la caída de árboles, con las personas que han perdido bienes personales y, en general, con todos aquellos que están afligidos por las incertidumbres del futuro.

Además, estoy preocupado por las condiciones de muchas escuelas que están a punto de abrir sus puertas al nuevo año académico a principios de septiembre. Muchos de sus sótanos y terrenos han sido inundados y muchos instrumentos destruidos, incluyendo muchos documentos y libros. Puedo entender la ansiedad de los presidentes y profesores que están en pánico por el daño que sufren. También me preocupan los problemas de higiene y graves dificultades debido a la falta de electricidad y agua en estos días, especialmente para los ancianos de nuestros barrios, las personas mayores que viven solas, los pacientes que sufren de alguna enfermedad crónica.

El día después del tifón, hemos visto limpiar los escombros de las vías afectadas no sólo a los trabajadores de la municipalidad, sino también a los muchos voluntarios de toda la ciudad que limpian sus barrios, los propietarios de tiendas ofrecen comida y agua a la gente, los distribuyen entre los ancianos que viven solos - estos son nuestros ciudadanos de Macao que hacen obras de misericordia con compasión y un corazón generoso.

Permítanme pedirles a todos los ciudadanos de Macao, en especial los creyentes en Cristo, junto con la gente de todas las creencias y de buena voluntad, a unirse en oración por los muertos y heridos, sus familias, y por los muchos bomberos, policías, los trabajadores de la salud, los trabajadores que reparan las tuberías de agua y la electricidad, y los que limpian nuestras calles. Trabajamos juntos de manera activa y constructiva con agencias gubernamentales y con varias organizaciones voluntarias y de caridad para restablecer el funcionamiento normal de nuestra ciudad tan pronto como sea posible.

Para el sector de la educación, nuestras escuelas diocesanas ya están en conversaciones con el gobierno para una moratoria en el inicio del año escolar para dar más tiempo a las escuelas para despejar los escombros causados ​​por el tifón.

Este no es el momento para quejarse, culpar a nadie, o criticar por las dificultades; Más bien, es hora de mostrar nuestro apoyo mutuo y dedicarnos a hacer todo lo que podamos en este proceso de curación. Para la sociedad de Macao este es el momento de utilizar su potencial de crecimiento real - sus comprometidos ciudadanos, en colaboración con todos los departamentos del gobierno, trabajando por una eficaz y realista revisión y aplicación de las políticas de crisis.

Confiamos a nuestro Señor Jesucristo a todos los que han sufrido y a los que aún sufren. Creemos firmemente que la providencia de Dios nos rodea, que nuestro Dios participa en el dolor de tantos en este momento. Ofrecemos nuestro amor y apoyo a todos aquellos que han sido golpeados por el tifón y las inundaciones, y a todos aquellos que trabajan con empeño por la rehabilitación de Macao. Oro para que el Espíritu reconfortante de Dios los apoye en este tiempo de prueba y los llene de esperanza para reconstruir sus sueños.

Que Dios los bendiga y los mantenga a salvo.

 

Sinceramente en Cristo,

+ Stephen Lee

Obispo de Macao

 

 

 

 

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