16/08/2022, 10.22
RUSIA
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Moscú, acusaciones ‘en cadena’ contra nuevos disidentes

de Vladimir Rozanskij

Nuevo revés para Vladimir Kara-Murza, en prisión por haber participado en una mesa redonda sobre el destino de los presos políticos, organizada en el Centro Sájarov en diciembre. Tal como pasó con Navalny, siempre se buscan nuevos artilugios para arrestar a los opositores políticos y sepultarlos tras las rejas.

Moscú (AsiaNews) - El político opositor y periodista Vladimir Kara-Murza fue detenido hace varias semanas frente a su domicilio, en Moscú, por "comportamiento sospechoso". Ahora se lo acusa de un nuevo cargo en virtud del artículo 284.1 del Código Penal ruso, por "actividades en una organización indeseable". Se lo imputa por haber organizado una mesa redonda en el Centro Sájarov de Moscú el 27 de diciembre de 2021, con motivo del Día del Recuerdo de las represiones políticas en la URSS. El objetivo del encuentro en cuestión era apoyar a los presos políticos en la Rusia actual.

Presuntamente, Kara-Murza organizó la reunión gracias a la financiación de Free Russia Foundation, una asociación tachada de "indeseable". Cabe decir que este tipo de encuentros se llevan a cabo desde hace años gracias a Kara-Murza, Sergej Davidis y otros, con la participación de activistas, abogados, periodistas, familiares de presos políticos y muchos otros interesados en este tema. En el Centro Sájarov, ahora clausurado por las autoridades, "siempre se han reunido los representantes más sensibles de la sociedad rusa, desde luego no los extranjeros buscados o indeseables", como recuerda Vera Vasilieva, una activista que colaboró con Kara-Murza durante años.

Desde la cárcel, el político recuerda la importancia de seguir atentamente la situación de los presos políticos en Rusia. Como escribió en una carta hace pocos días, "la mejor defensa es la información difundida internacionalmente". Se alegró cuando el 21 de junio la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó una resolución con una formulación clara del problema, en la que había trabajado en años anteriores.

Tras su detención, Kara-Murza fue inculpado además por fejk, es decir, por la difusión de noticias falsas sobre la operación militar especial en Ucrania -en relación con los comentarios críticos que había hecho durante una conferencia online con una asamblea del estado de Arizona, Estados Unidos. Como ocurrió con Navalny y muchos otros, está claro que los cargos iniciales con los que se detiene a los disidentes son generalmente pretextos, a los que luego se añaden otras acusaciones más graves -"sobre los cuernos", como se decía en tiempos de Stalin- para alargar indefinidamente la detención.

Las estadísticas oficiales confirman que en los tribunales rusos, las absoluciones absolutas son inferiores al 0,1%, un récord negativo a nivel internacional. "No importa mucho por qué acabas en el banquillo de los acusados", comenta Vasilieva con amargura, "siempre encuentran un ardid para sepultarte en un campo de detención. Sin embargo, el propio Kara-Murza trata de infundir esperanza desde la cárcel y afirma: "mi objetivo es que mi labor en favor de los presos políticos se vuelva completamente inútil, pero solo cuando no quede ni uno solo en Rusia. Y estoy convencido de que ese día no está tan lejos: la noche se vuelve más oscura justo antes del amanecer".

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