Según datos del National Bureau of Statistics, en el 2018 los niños nacidos sumaron 15,23 millones, es decir, hubo dos millones menos que en el año anterior. Para el 2029, el número de trabajadores será 200 millones menor. Para el 2050 los ocupados deberán cubrir las pensiones de 400 millones de personas mayores de 60 años.
Beijing (AsiaNews/Agencias) – A pesar de los esfuerzos del gobierno para impulsar a las parejas a dar a luz más niños, la tasa de natalidad en muchas regiones de China y en Beijing continúa cayendo, y esto se ha verificado en el 2018 inclusive. Es lo que informa Reuters, citando al China Daily, órgano oficial de prensa del Partido Comunista chino. En la capital, la tasa de natalidad actual es de 8.24 cada 1000 personas, mostrando una disminución con respecto al 9.06 del año anterior. En la capital financiera, Shanghái, la tasa de nacimientos se redujo a 7.2, frente al 8.1 del 2017.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, National Bureau of Statistics), durante el 2018 los nacimientos sumaron en total 15,23 millones, es decir, dos millones menos que el año anterior. En todo el país, también disminuyeron los matrimonios celebrados, con un dato de 0,72% en comparación al 0,99% del 2013.
Por tanto, las cifras confirman un envejecimiento crónico de la población, al cual Beijing quisiera poner remedio eliminado todas las barreras para la concepción. Pero en el país siguen siendo pocas las familias que tienen más de un niño, signo de una mentalidad que tiene dificultades para liberarse de 30 años de impedimentos para cursar un embarazo. La situación también se agrava seriamente en lo que hace al sistema de pensiones y jubilaciones, ya que se reduce cada vez más la fuerza laboral (y por ende, los contribuyentes). Para el 2029, habrá 200 millones de trabajadores menos. Para el 2050, los ocupados deberán pagar las pensiones de 400 millones de personas mayores de 60 años.
En el 2015, las autoridades chinas abolieron totalmente la ley del hijo único, promulgada en 1979 durante el gobierno de Deng Xiaoping, permitiendo a todas las parejas tener dos hijos. Aplicada metódicamente y de manera radical, la ley del hijo único llevó a violaciones de los derechos humanos, cuantiosas multas, esterilizaciones y abortos forzados, que se perpetraron durante décadas. A causa de la preferencia por los hijos varones –sobre todo en las zonas rurales- la ley también provocó un desequilibrio en la relación entre varones y mujeres, ya que los progenitores recurrían al aborto selectivo de fetos femeninos. Se calcula que así desparecieron 40 millones de mujeres, un vacío que ahora pesa en el equilibrio demográfico entre población masculina y femenina, alimentando el tráfico de mujeres y esposas provenientes de Corea del Norte, Vietnam y Camboya.