Damasco (Asianews) - Tres años de guerra ha costado la vida a más de 100 mil personas, Siria arriesga ver un nuevo desastre que se agrega a la lista de tragedias que la golpea: la sequía, causada por una disminución en la caída de lluvias, lo que pone en riesgo de hambruna aproximadamente a 6,5 millones de personas. Esta fue la advertencia del Programa Mundial de Alimentos, una extensión de las Naciones Unidas, sobre la base de los datos de las lluvias a partir de septiembre de 2013 hasta el presente.
Según
las estadísticas, en el país ha caído menos de la mitad de la lluvia necesaria
para que los campos de trigo sean fértiles. Además,
el grupo internacional de donantes - los países que apoyan al pueblo sirio
mediante el envío de ayuda alimentaria y médica - cortaron el apoyo un 20% para
la nación del Medio Oriente. La
causa del corte es la crisis económica mundial y la inestabilidad en el país,
aún dividido efectivamente en dos por una guerra que ve por una parte del
ejército regular leal al presidente Assad y por otro una serie de grupos
armados, incluyendo rebeldes fundamentalistas
islámicos.
En
los últimos días, un grupo aún no identificado ha disparado contra el sacerdote jesuita
Frans Van del Lugt, que había optado por
permanecer en Homs a pesar de la falta de alimentos sólo para tratar de seguir
alimentando (cuando era posible) a cristianos y musulmanes. En
febrero de 2014, AsiaNews había publicado la llamada lanzada por el sacerdote en un video
y dirigido a "todas las partes involucradas", a fin de garantizar el acceso al país de los alimentos necesarios
para la supervivencia de la población civil, que "es probable que se
vuelven locos con el hambre"
Por
el momento - de acuerdo a cifras de la ONU - a los sirios que están en riesgo
de hambruna son 4,2 millones; después
de la sequía prevista para la próxima cosecha, el número se elevará a 6,5
millones. Como
resultado, Siria tendrá que importar el grano por un valor aún mayor a 5,1
millones de toneladas necesarias en el transcurso del año.