Yakarta (AsiaNews) - Es necesaria la formación de los sacerdotes para revivir
el "verdadero espíritu" de la misión, para alimentar la pasión y el
entusiasmo de los primeros días del sacerdocio y para ayudar a los hombres de
la Iglesia a reducir los errores que comete cada uno a su manera. Por esta
razón, los dirigentes del episcopado indonesio promovieron un curso de
formación que dura cinco semanas ahora en curso en Yogyakarta, en la provincia
de Java Central. Es un cambio radical respecto del pasado, en el que el momento
de la ordenación representa el "pico más alto" de la formación, al
final de un camino de noviciado, los estudios teológicos y filosóficos, y el
año del compromiso pastoral.
Los errores e incidentes adversos de la mala conducta han convencido a los
obispos y la Iglesia de Indonesia a promover las oportunidades de formación
para los sacerdotes, especialmente los más jóvenes, y sujetos a la "mala
conducta". La formación abarcará, al menos 20 sacerdotes de diversas
diócesis del archipiélago y ubicado en el centro de la jesuitas Pusat
Pastoral Yogyakarta (Ppy)..
Se dio inicio ayer por la noche en presencia de líderes de la Iglesia Semarang,
entre ellos el arzobispo. Johannes Pujasumarta, el superior provincial de los
Jesuitas, p. Riyo Mursanto y su sucesor designado p. Sunu Hardiyanto.
Entrevistado por AsiaNews después de
la misa de apertura, el p. Ignacio Madyautama - uno de los redactores del
programa - hace hincapié en que el "proyecto" es de vital importancia
para los sacerdotes jóvenes para revivir su vocación y para servir mejor a la
Iglesia. Es la cuarta vez desde 2010 que se toma este seminario intensivo de
cinco semanas, al que asistieron como ponentes destacados teólogos y profesores
de alto perfil.
El P. JB Mardikartono, presidente de PPY y ex decano del Colegio de San Ignacio
en Yogyakarta, define "esencial" el curso de capacitación "para
todos los sacerdotes" Indonesios para que puedan así "revivir"
sus esfuerzos misioneros. Entre las diversas iniciativas en el programa, las visitas
a las parroquias para observar "en el campo" el trabajo pastoral y en
algunos centros islámicos, para "ampliar" el horizonte de los
sacerdotes y facilitar el encuentro y el diálogo interreligioso.
En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, los católicos son una
pequeña minoría de alrededor de siete millones de personas, lo que equivale a
aproximadamente el 3% de la población. En la Archidiócesis de Yakarta, los
fieles alcanzará el 3,6% de la población. La Constitución establece la libertad
de religión, pero la comunidad es víctima de actos de violencia y los abusos,
especialmente en las zonas donde más arraigada es la visión extremista del
Islam, como en Aceh. Ellos son una parte activa en la sociedad y contribuyen al
desarrollo de la nación o el trabajo de ayuda en situaciones de emergencia,
como fue el caso durante las devastadoras inundaciones
de enero de 2013.