El Card. Zen al Movimiento de los Paraguas: La Iglesia debe denunciar las injusticias. Sin desalentarse
de Lucia Leung

Una misa frente al Parlamento de Hong Kong para recordar las manifestaciones pro-democracia realizadas hace dos años. En la ciudad, y en particular en Admiralty (donde se reunieron centenares de personas, otro momento con la presencia de Benny Tai. Todas las manifestaciones se llevaron a cabo a las 6 de la tarde, hora en que, dos años atrás, la policía lanzó el primer gas lacrimógeno. La esperanza para el futuro.


Hong Kong (AsiaNews)- “Debemos recordarnos que la tarea de la Iglesia es, también, denunciar las injusticias. Y sin desalentarse”. Fue lo que dijo anoche el Card. Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, durante una misa en recuerdo del inicio de las manifestaciones que hace dos años dieron origen al Movimiento de Occupy Central y de los “Paraguas”.

 En la misa presidida por el Pbro. Stephan Chan, ofm, participaron unas doscientas personas, con miembros de las comunidades católicas de base del Movimiento de los Paraguas y de la Comisión Justicia y Paz de la diócesis.     

Las personas se reunieron para el rito frente al complejo del Legislative Council (el parlamento de Hong Kong), expresión de la democracia. Justamente la democracia es el “deseo” que ha de mantenerse vivo, dijo el Card. Zen, “con persistencia, en la paz, en el amor”.

Las protestas de Occupy Central surgieron a fines de septiembre de 2014, luego de que China decidiera posponer una vez más la idea de una democracia plena para el territorio, excluyendo el sufragio universal para las elecciones del jefe del Ejecutivo y permaneciendo indiferente frente a los pedidos de democracia de la mayoría de la población.

Estas protestas luego fueron llamadas “movimiento de los Paraguas”, porque los manifestantes (en su mayoría adolescentes y universitarios) usaban los paraguas para defenderse de los spray urticantes y de los hidrantes usados por la policía para dispersarlos. Después de un uso desproporcionado de la violencia por parte de las fuerzas del orden, centenares de miles de personas invadieron algunas zonas del centro (en particular Admiralty y Mong Kok) y los incidentes se prolongaron hasta diciembre.

El movimiento se concluyó sin ninguna victoria política, y China incluso llegó a acusar a los jóvenes de ser manipulados por “fuerzas extranjeras hostiles”.

Junto a la misa en al barrio de Central, en diversas partes de la ciudad se realizaron manifestaciones para recordar el movimiento de los Paraguas. Todos los eventos comenzaron a las 6 de la tarde, hora en que, hace dos años, fue lanzado el primer gas lacrimógeno por parte de la policía.

En Admiralty, el centro de las pasadas manifestaciones, se reunieron casi mil personas. El profesor Benny Tai, protestante, un miembro del trío que lanzó la campaña Occupy Central, dirigiéndose a la multitud, pidió que no se olvidaran de aquello que los había llevado a Admiralty, dos años atrás. “Hace dos años -dijo- vinimos aquí para luchar por la democracia en Hong Kong”.

También destacó el hecho de que, con las elecciones en el Legislative Council, efectuadas pocas semanas atrás, diversos miembros de Occupy Central fueron elegidos,  y esto es una esperanza para el futuro del movimiento pro-democracia.