Al-Sisi se reúne con el rey Salman para reemprender las relaciones entre El Cairo y Riad

Archivadas las tensiones, el presidente egipcio recibe una cálida bienvenida a su arribo a la capital saudita. Los dos líderes hablan de relaciones “firmes y fraternas” y tienen intenciones de “fortalecer las relaciones estratégicas”. Además de la economía, se abordarán los puntos cruciales irresueltos de la lucha contra el terrorismo y el control de las islas disputadas. 


 Riad (AsiaNews/Agencias) – Archivadas las tensiones de los meses pasados, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi llegó ayer a Arabia Saudita para una visita oficial, en la que se lo recibió con todos los honores reservados a los jefes de Estado de naciones amigas. En la capital saudita lo esperaba el rey Salman, con el cual mantuvo una reunión cara a cara orientada a reanudar las relaciones entre los dos países sunitas más influyentes del mundo árabe.

El monarca, rodeado de los funcionarios que se desempeñan en los más altos cargos políticos e institucionales del reino, dio la bienvenida a al-Sisi desde su mismo desembarco en el aeropuerto, una práctica nada común para el rey Salman y que está reservada exclusivamente a las personalidades más cercanas a la dirigencia de Riad.  Le siguió un almuerzo oficial entre las dos delegaciones.

En el marco del encuentro oficial, los dos líderes hablaron largamente de las “firmes y fraternas relaciones”, así como de la “cooperación” entre las dos naciones. Fue inevitable aludir a las principales cuestiones regionales que quedan totalmente por resolver, como es el caso de la guerra en Siria y la lucha contra el terrorismo.  

En la vigilia del viaje, el presidente egipcio había declarado que la visita es una respuesta a la invitación del rey Salman y que tiene como intención “reanudar las relaciones estratégicas” entre Egipto y Arabia Saudita. Entre los puntos calientes a tratar, están “la lucha contra el terrorismo”, prosiguió al-Sisi, por ser considerado una “amenaza para la seguridad y la estabilidad” de la región.

Los dos líderes ya se habían reunido el mes pasado, al margen de una cumbre de la Liga árabe en Jordania, en un intento por aliviar las  tensiones que se sucedieron tras la controvertida cesión de las islas de El Cairo a Riad. Una decisión que hizo surgir fuertes polémicas internas en Egipto, además de la protesta del ala nacionalista, lo cual agravó las relaciones con el influyente aliado medio-oriental. A principios de mes, un tribunal egipcio declaró nula una sentencia anterior que impedía la transferencia de las islas de Tiran y Sanafir a Arabia Saudita.

Por otro lado, la visita de hoy debiera favorecer un desbloqueo de los acuerdos (24 en total) suscriptos por los dos gobiernos en abril del año pasado, durante una visita del rey Salman a Egipto. Se trata de inversiones por un valor de 25 millardos de dólares, a desarrollar en el área del Canal de Suez, sobre la costa norte de Egipto y en las localidades turísticas de Sharm el Sheikh y Hurghada, de cara al Mar Rojo. Las divisiones de los últimos meses, en efecto, habían “congelado” los acuerdos.

En tanto, el gigante saudita del petróleo Aramco ha retomado el abastecimiento de crudo a Egipto, que había sido suspendido en octubre pasado, cuando se atravesaba el momento quizás más crítico en las relaciones entre Egipto y Arabia Saudita. Lo que produjo la escalada de tensión fue el voto favorable pronunciado por Egipto en la sede del Consejo de seguridad de la ONU, ante una resolución de Rusia acerca de Siria y contra la cual se había manifestado la dirigencia de Riad.   

El conflicto sirio tal vez siga siendo la cuestión más controvertida en lo que respecta a las relaciones y equilibrios de la región medio-oriental. Moscú es, junto a Teherán, el aliado más fiel del presidente Bashar al-Assad, mientras que Riad apoya –incluso a nivel económico y militar- la lucha armada contra el gobierno de Damasco; una galaxia de grupos, movimientos y milicias combatientes, algunos de ellos cercanos a la ideología radical islámica. Entre estos grupos extremistas, hay algunos que se benefician del sostén –más o menos directo- de los sauditas.