Formosa, explosión en la fábrica que reabrió sus puertas. Fieles amenazados y agredidos

La fábrica es responsable de un gigantesco desastre ambiental que destruyó y puesto de rodillas a centenares de miles de pescadores. El accidente causado por una congestión en el sistema de filtraje del polvo de un horno para la cal. La explosión sucedió menos de dos días después de haber abierto nuevamente sus puertas del establecimiento. Los católicos de las provincias centrales de Vietnam en la mira de las autoridades vietnamitas. Castigados los fieles de la parroquia de Phú Yên y de la iglesia de van Thai, 25 los heridos. Insultos y lanzamiento de objetos durante una vigilia de oración en la iglesia de Van Thai. Una ejercitación militar usada como intimidación. 


Hanói (AsiaNews/RfA)- Un fuerte explosión interrumpió la producción de una fábrica de acero de la compañía taiwanesa Formosa Plastics Group. El accidente sucedió en el establecimiento de la provincia de Ha Tinh, en Vietnam central, que en abril de 2016 había causado el más grave desastre ambiental de la historia del país. No se reportaron víctimas.

Duong Tat Thang, vicepresidente del Comité popular provincial refirió que el accidente causado por una congestión en el sistema de filtraje del polvo de un horno para la cal. Estó causó el aumento de presión, provocando la explosión, tal sucedió en la noche entre el 30 y 31 de mayo pasado, menos de dos días después que el establecimiento reabrió sus puertas. El mes pasado la Formosa había recibido el vía libre de las autoridades vietnamitas después de haber intervenido sobre 52 de las 53 violaciones que causaron el escape de residuos tóxicos que han contaminado unos 200 km de costa y mató 115 toneladas de pescados.

Centenares de miles de pescadores de las cuatro provincias centrales de Vietnam se quedaron entonces si trabajo y sin medios de subsistencia. La Formosa voluntariamente pagó 500 millones de dólares para limpiar e indemnizar a los residentes costeros afectados por el desastre, pero la lenta e irregular distribución de los fondos por parte del gobierno vietnamita alimentaron las protestas, que continúan a más de un año de distancia del accidente.

La Iglesia apoya a las poblaciones afectadas y comprometidas en numerosas actividades para defender sus derechos. Los católicos de las provincias centrales de Vietnam, las más afectadas, terminaron en la mira de las autoridades vietnamitas a causa de sus iniciativas de protesta contra el gobierno por la falta de asistencia a las víctimas. Diversos miembros del clero católico y otros activistas han sufrido molestias y arrestos por parte del gobierno.

El pasado 28 de mayo, centenares de “matones” pagados por las autoridades de Nghệ An, provincia central de Vietnam, han agredido y golpeado a un grupo de parroquianos católicos, entre los cuales mujeres y niños. Fuentes locales reportan que unas 25 personas terminaron en el hospital. Los fieles de la parroquia de Phú Yên (provincia de Hà Tĩnh) y de la iglesia de van Thai (provincia de Nghe An) narra que fueron atacados después de haberse reunido delante del Comité del pueblo de Son Hai el 28 de mayo pasado, para recuperar Nguyen Thi Tra, una parroquiana arrestada en precedencia por la policía. Llegados delante del edificio, los fieles han iniciado a filmar en un video a las autoridades con sus smarphones. Los funcionarios reaccionaron enviando a los delincuentes entre la multitud.

“Eran casi 500 personas, los matones reclutados por la policía para golpear a las personas, entre las cuales mujeres y niños, en modo particular para impedir a ellos utilizar sus teléfonos para grabar”, reporta un católico local. A continuación por las graves heridas recibidas, algunas personas fueron llevadas al cercano hospital.

Nguyen Thi Tra fue arrestada horas antes tomadas las imágenes de un encuentro, mientras atravesaba al pueblo de Son Hai. Los parroquianos narraron que, mientras grababan el video, Thi Tra fue agredida por un grupo de mujeres. Ellas continuaron a pegarle también después de la intervención de la policía, que la llevó al Comité popular de Son Hai, donde está situada la parroquia de van Thai.

Antes que sucedieran estas agresiones, un oficial de la policía local había pedido a los fieles de la parroquia que fueran al Comité popular para recuperar a la mujer. Después de los enfrentamientos, Thi Tra fue llevada a una localidad secreta, donde “sufrió ulteriores castigos, al final de los cuales fue abandonada en el centro de la calle”, dijeron los parroquianos. Fue luego descubierta por un peatón que la llevó a su casa “cubierta de contusiones y en estado de pánico”.

El p. Nguyễn Đình Thục, vicario de la parroquia de Song Ngọc (provincia de Nghệ An) es uno de los sacerdotes en el centro de la campaña difamatoria organizada por las autoridades vietnamitas. El pasado 30 de mayo el p. Thuc estaba celebrando una vigilia de oración en la iglesia de van Thai, cuando “centenares de personas”, armadas con piedras, ladrillos, cuchillos y caños metálicos, han comenzado a amenazarlo y también a sus fieles. Cuando el sacerdote y los parroquianos escaparon de la iglesia hacia sus casas, la multitud los persiguió, lanzando los objetos a través de las ventanas e hiriendo a varios católicos.

 Estos últimos episodios de violencia sucedieron después de una reciente “ejercitación de seguridad” realizada por las autoridades delante de la iglesia de Van Thai. Las operaciones, que el gobierno declaró parte de las iniciativas para “proteger el camino cerca del río”, previeron el uso de explosivos y tiros de armas de fuego. Los parroquianos revelan que la ejercitación fue una forma de intimidación por parte de las autoridades locales, molestados por las protestas de los católicos locales.