Sardar Muhammad Yousaf sostiene que la “ley negra” tiene un fin noble, o sea proteger a todas las religiones y a los líderes religiosos. Entre 1987 y 2005 fueron acusados 663 musulmanes, 494 ahmadi, 187 cristianos y 21 hindúes.
Islamabad (AsiaNews/Agenzie) – El ministro para los Asuntos religiosos y la armonía interreligiosa en Pakistán defendió la ley sobre la blasfemia, sosteniendo que no existe ninguna real presión para abolirla. Interviniendo en una cena con la Pakistan-American Press Association en Washington, Sardar Muhammad Yousaf agregó que “algunos elementos que difunden la tesis sobre la laicidad (del Estado) no son bastante fuertes como para hacer presión sobre el gobierno. Pakistán jamás se convertirá en un Estado laico”.
La ley sobre la blasfemia está constituida por artículos del Código penal que castiga con la cadena perpetua o la pena de muerte el desprecio al islam. Introducida por el presidente Muhammad Zia-ul-Haq está en vigor desde 1986.
Sardar rechazó la acusación según la cual en su país la “ley negra” sobre la blasfemia es utilizada para realizar venganzas personales o para hacer discriminaciones contra las minoría. Al contrario, él afirmó que la ley responde “a un noble fin, que es el de proteger el credo y las personalidades religiosas de todos los credos, no solamente los del islam”
Sin embargo desde hace tiempo, los activistas lamentan que en Pakistán la blasfemia, castigada con la pena de muerte, sea un tema que divide a la sociedad. Tan solo el sospecho puede provocar la reacción violenta de los defensores del Corán. Un ejemplo sobre tantos, el feroz linchamiento de Mashal Khan, estudiante de la universidad de Mardan, castigado por los colegas del campus después que se había difundido la voz sobre sus cometarios “que promovían la fe ahmadi en Facebook”, considerada herética por la mayoría musulmana. Después de una investigación llevada a cabo por la Corte suprema se estableció que el joven de 23 años jamás había pronunciado ningún tipo de ofensa contra el profeta.
Antes que él, al menos otras 62 personas fueron asesinadas entre 1987 y 2005, entre las cuales el ex gobernador de Punjab, Salman Taseer, castigado por haber defendido a Asia Bibi, la madre cristiana que desde hace 7 años esté en espera de un juicio de apelación y ya fue condenada por ofensas contra Mahoma. En total, en el mismo arco de tiempo (1987-2015) fueron acusados 663 musulmanes, 494 ahamdi, 187 cristianos y 21 hindúes.