En la celebración participó el presidente surcoreano Moon Jae-in y su esposa, ambos de visita en el Vaticano. Moon agradeció el Papa Francisco por el apoyo brindado en el camino de reconciliación entre Norte y Sur. La esperanza de que el involucramiento de la Santa Sede convenza a los coreanos más escépticos y a la comunidad internacional.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Esta noche, deseamos humildemente alzar la mirada a Dios, a Aquél que dirige la historia y los destinos de la humanidad, e implorar, una vez más, para todo el mundo, el don de la paz. Lo hacemos rezando especialmente para que también en la Península coreana, luego de tantos años de tensiones y de división, pueda finalmente resonar la palabra paz”: de esta manera, el Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, introdujo su homilía en la misa por la paz en la península coreana, que fue celebrada anoche en la basílica de San Pedro, en el altar de la cátedra. En la celebración participaron, en primera fila, el presidente surcoreano Moon Jae-in y su esposa, junto a un nutrido grupo de fieles coreanos, un centenar de sacerdotes y misioneros, algunos obispos y numerosos representantes del cuerpo diplomático en la Santa Sede.
La misa por la paz es el modo en el cual el Vaticano quiere sostener los signos de reconciliación que en estos últimos meses se han multiplicado entre Corea del Sur y Corea del Norte, luego de la “Declaración de Panmunjom” de abril pasado y de la visita de Moon a Pyongyang en el último mes de septiembre.
En aquella ocasión, Kim Jong-un entregó a Moon una carta dirigida a Francisco, en la cual se lo invita a visitar Corea del Norte. La carta le será entregada hoy por el presidente surcoreano, durante una audiencia con el pontífice.
El Papa Francisco ha expresado muchas veces su simpatía en relación al diálogo entablado entre Norte y Sur, y ha invitado a los fieles de todo el mundo a rezar por la reconciliación entre Seúl y Pyongyang.
Para varios observadores, la implicación del Vaticano en el camino de diálogo emprendido entre el Norte y el Sur sirve para incrementar el apoyo hacia la política del presidente Moon por parte de muchos sectores de la sociedad surcoreana, que guardan dudas acerca de las intenciones pacíficas del líder del Norte. Al mismo tiempo, el involucramiento de la Santa Sede podría facilitar la colaboración de la comunidad internacional –sobre todo de los EEUU, China, Rusia y Japón- a favor de la paz en la península.
Antes de llegar al Vaticano, el presidente Moon realizó una serie de visitas por Europa con este mismo objetivo.
Ayer, al culminar la misa, el presidente Moon pronunció un breve discurso dirigiéndose a los presentes, dando gracias al Vaticano y a la Iglesia coreana por la obra de reconciliación, por la ayuda brindada hasta ahora a favor del desarrollo y la democracia, y ha exhortado a sus compatriotas a tener confianza en los muchos signos de paz que están floreciendo en la península. Asimismo, agradeció al Papa Francisco por el sostén en el camino de la paz y por el reforzamiento de la “fraternidad” entre coreanos del Sur y del Norte.