19/09/2018, 19.35
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Cumbre en Pyongyang, la esperanza de ‘una península coreana pacífica'

El comentario de Mons. You ante los acuerdos logrados entre Kim y Moon. La destrucción del sitio donde se realizan pruebas de misiles. Las familias separadas podrán hablarse por videollamada y escribirse cartas. Las dos Coreas presentan juntas su candidatura para participar en las Olimpíadas del 2032. 

Seúl (AsiaNews) –  Son muchos “pequeños pasos concretos”, que permitirán afrontar los grandes problemas que dividen a las dos Coreas, encendiendo “la esperanza de una península coreana pacífica”. Es lo que dijo Mons. Lázaro You Heung-sik, obispo de Daejon, al comentar los acuerdos a los que  Kim Jong-un y Moon Jae-in arribaron en el día de la fecha.

El presidente surcoreano Moon Jae-in hizo su arribo a Pyongyang en el día de ayer, y fue recibido por un Kim Jong-un sonriente. Hoy, los dos líderes coreanos firmaron la “Declaración de Pyongyang”, en la cual acordaron numerosas iniciativas y compromisos a favor de la paz. En lo que respecta a la desnuclearización, Corea del Norte promete cerrar el sitio de pruebas misilísticas de DongChang, permitiendo que expertos nucleares extranjeros monitoreen su destrucción. Incluso más, en caso de cumplirse “medidas correspondientes” por parte de los Estados Unidos, Pyongyang procederá a demoler la central nuclear de Yongbyon.

Las dos Coreas acordaron “poner fin a  las hostilidades en las regiones fortificadas, incluso en la zona desmilitarizada”, removiendo “todos los riesgos reales de guerra”. Las medidas para promover una distensión militar fueron discutidas en mayor detalle por los ministros de Defensa de los dos países, el surcoreano Song Young-moo y su contraparte No Kwang-chol. Los dos firmaron un acuerdo aparte, que incluye la creación de un comité militar conjunto que pueda fomentar una línea de comunicación, que estará funcionando las 24 horas del día. Además, las dos Coreas ambicionan transformar la zona desmilitarizada de la frontera en una zona de “paz”, retirando como prueba, 11 puestos de guardia antes de finalizado el año.

La cumbre de hoy sienta las bases para nuevos encuentros entre los dos líderes: ayer, Kim Jong-un anunció que viajará a Seúl antes de fin de año. Otras iniciativas importantes fueron decididas con miras a la “reconciliación” del pueblo coreano: los dos países alientan los “intercambios y la cooperación” (en el texto se mencionan algunas iniciativas para el Mar Amarillo, infraestructuras ferroviarias, el complejo industrial de Kaesong y el cuidado del ambiente); también se verá reforzada la cooperación humanitaria para resolver el problema de las familias separadas, que podrán intercambiarse cartas y hacer video-llamadas. En tanto, el monte Kumgang se convertirá en el sitio “permanente” para los reunificaciones familiares.  Por último, los dos líderes proponen una candidatura conjunta para los Juegos Olímpicos del 2032, mientras que una delegación de artistas de Pyongyang se exhibirá en octubre en Seúl.

“Tenemos una alegría inmensa – anuncia Mons. Lázaro You, obispo de Daejon – sentimos que nos estamos acercando a la realización de la paz en la península coreana. Mirando la televisión, me conmoví. Incluso antes de que se diera este encuentro, cuando rezaba, cuando pedía rezar... Se ha creado mucha confianza, una profunda comunión entre ellos. Esto es muy importante”.

“Además, Kim Jong-un reafirmó su compromiso en favor de la desnuclearización, y espero que América responda a ello, y decida dar pasos”, continúa el prelado. “Es grandioso que Kim quiera venir a Seúl, hasta eso, ningún líder de Corea del Norte había venido a nuestra capital, luego de la firma del armisticio de la Guerra Coreana, que tuvo lugar en los años 1950-1953. El 27 de abril, la cumbre se hizo en el lado surcoreano de Panmunjom, pero esa localidad es un lugar especial. Ahora, en cambio, él vendrá a la capital. Tiene un gran significado”.

“Veo tanto pasos adelante, concretos, y esto es importante: hay muchos problemas, algunos de ellos, grandes, pero yendo adelante, paso à paso, será posible afrontar las cuestiones grandes, más difíciles. Esto hace que creamos que es posible una península coreana pacífica. Es necesario  negociar con paciencia,  y recordar que somos un solo pueblo, una sola raza, una  sola lengua. Estoy contento porque ambos líderes, Moon y Kim, han mencionado en público que nosotros superaremos cualquier tipo de dificultades, que inevitablemente encontraremos en el largo camino de la reconciliación. Se nota que de parte de los dos líderes, está la decisión firme, seria, de encaminarse a la realización de la paz y de la prosperidad en la península coreana”.

“Los ciudadanos de Pyongyang han dado una bellísima bienvenida a nuestro presidente. Él ha saludado al pueblo con una reverencia profunda –no de 15, ni de 20, sino de 90 grados. En Corea del Norte sólo se hace una reverencia tan profunda frente a su líder. Moon ha hecho este saludo dirigiéndose al pueblo, y eso es muy bello”.

Mañana, Moon y Kim visitarán el monte Baekdu. Para los norcoreanos, la montaña tiene un valor mitológico, porque se cuenta que allí nació el padre de Kim Jong-un, Kim Jong-il. Moon regresará más tarde a Seúl, y la semana próxima tendrá una reunión cumbre con el presidente americano Donald Trump. Por su parte, el presidente de los EEUU se refirió a la cumbre comentando los resultados positivos de la misma, definiéndola en un tuit como “emocionante”.  

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