El largo camino vocacional del p. Sia, nuevo sacerdote de Melaka (II)

El p. Paul fue ordenado a edad de 62 años. Por años trabajó en las oficinas de la Malaysia Airlines, compañía aérea de bandera. El deseo de ser sacerdote nació en 1975, contra el parecer de la familia. Después de un primer rechazo del obispo, en septiembre de 2015 entró en el seminario en Roma.

 


Kuala Lumpur (AsiaNews/HeraldMalaysia) La Iglesia malaya festeja la ordenación de 3 nuevos sacerdotes; el p.  Martinian Lee Hock Chuan (37 años), p. Paul Sia Chau Kiang (62) y p. Alexuchelvam Mariasoosai (42). A continuación la segunda de las tres historias. aquí es posible encontrar el link del primer testimonio. (Traducción a cargo de AsiaNews)-


Trabajar, buscar, curar y liberar: es el lema del p. Paul Sia Chau Kiang (Foto 1), nuevo sacerdote de 62 años de la diócesis de Melaka-Johor, en el sur de Malasia peninsular. El 6 de noviembre pasado, Mons. Anthony Bernard Paul, obispo local, lo ordenó junto a otros dos curas; el  Martinian Lee Hock Chuan y el p. Alexuchelvam Mariasoosai (Foto 1-2). En presencia de una entera comunidad en fiesta, con la solemne celebración se concluyó aquellos que para el p. Paul fue un largo camino vocacional.


Segundo de 8 hijos (6 varones y 2 mujeres), el nuevo sacerdote nació el 10 de octubre de 1956 en Ayer Salak, pueblo al nordeste de Melaka, capital del homónimo Estado. Aquí frecuentó el Convent of the Holy Infant Jesus y la St Francis Institution, antes de transferirse a Petaling Jay (Selangor) en 1974 y encontrar trabajo en las oficinas de la Malaysia Airlines, compañía aérea de bandera.


“Mi deseo de entrar al seminario parte desde el año siguiente- cuenta el p. Paul- cuando el p. Francis Ng se convirtió en párroco de la iglesia de S. Ignacio, en el distrito de Sungai Way. Originario de mi mismo barrio, él fue el sacerdote que me alentó a seguir mis aspiraciones y me ilustró sobre la vida consagrada. Cuando se lo comuniqué a mis padres que quería ser sacerdote, estos me dijeron que no. Sin embargo, jamás renuncié a tal idea: siempre permaneció en mi cabeza”.


“La participación a un seminario sobre Life in the Spirit en 1998 – prosigue el sacerdote – y mi siempre mayor involucración en la Devoción a la Divina Misericordia en Sabah la hicieron más fuerte. Ir a misa el domingo no era más suficiente y con el pasar de los días, estaba siempre más sediento de la Palabra de Dios”. Mientras tanto, crecía también el compromiso del p. Paul en las actividades de la parroquia de S. Ignacio, sobre todo en aquellas dirigidas a los jóvenes y a los estudiantes.

Después de la muerte del padre, en 2010 y de la tía (2012), el p. Paul escribió una carta a Mons. Cornelius Piong, obispo de Keningau (Sabah), para pedirle la admisión al seminario. “Sin embargo, mi pedido fue rechazado, pero Dios abrió otra puerta para mí. El 22 de diciembre de 2013 recibí el más hermoso regalo que pudiese recibir: una llamada telefónica de Mons.  Paul Tan Chee Ing (obispo emérito de Melaka-Johor), que fue el inicio de un recorrido que me llevó a Roma, afirma.

Admitido el 23 de marzo de 2014, el p. Paul ingresó en el pontificio Colegio Beda en septiembre de 2015. Dos años después, el 27 de junio fue ordenado diácono en la basílica de S. Pablo Extramuros y el año siguiente terminó sus estudios en Italia. En 2018, él tuvo la ocasión de encontrar al Papa Francisco, durante la visita ad limina de los 11 obispos de la Conferencia episcopal de Malasia, Singapur y Brunei (BCMSB).