Cuestión nuclear y sanciones: continúa la escalada entre EEUU e Irán. Europa intenta una mediación

Teherán se dispone a volver a la situación previa al acuerdo, acelerando la producción atómica. Rouhani mantiene abierta la puerta del diálogo. Pompeo confirma una línea dura. Para el ex embajador británico en los Estados Unidos, el gesto de Trump de cancelar el JCPOA fue un mero “vandalismo diplomático” contra Obama.


Teherán (AsiaNews/Agencias) - Continúa la pulseada entre Washington y Teherán en torno a la cuestión nuclear, mientras las naciones europeas tratan de abrir una nuevo canal de mediación para contener una escalada de tensión que ya parece implacable. Esta mañana, el vocero de la agencia atómica iraní, Behrouz Kamalvandi, afirmó que el país se dispone a restablecer la situación previa al acuerdo, en caso de que Europa no respete sus obligaciones en lo que respecta al apoyo de la economía iraní.  

Teherán no parece dispuesta a conceder más tiempo a la diplomacia de Londres y Bruselas, que hasta ahora no han sabido garantizar beneficios económicos frente al apriete de la sanciones impuestas por los Estados Unidos. A pesar de ello, la cúpula de gobierno de la República islámica -y en particular, la facción abierta al diálogo, encabezada por el gobierno, que se opone a la línea dura de los ayatolás- dice estar dispuesta a entablar nuevos coloquios con los Estados Unidos, siempre y cuando Washington alivie el nivel de presión económica.  

El origen de la tensión entre Irán y los Estados Unidos, que ha desatado una gravísima crisis económica en la República islámica, como confirma un sacerdote local, radica en la decisión tomada en mayo del año pasado por el presidente de los EEUU, Donald Trump, quien optó por retirarse del acuerdo nuclear (JCPOA) del 2015. A partir de entonces, la Casa Blanca decidió introducir las sanciones más duras de la historia, reforzar su presencia militar en el área y aniquilar las exportaciones de petróleo iraní, asestando, ante todo, un duro golpe a la población

En un discurso dirigido a la nación en cadena nacional, el presidente iraní Hassan Rouhani afirmó: “siempre he creído en los coloquios [...] y si retiran las sanciones, ponen fin a la presión económica y vuelven al acuerdo, estamos dispuestos a hablar con los americanos hoy mismo, donde quieran”. Para Teherán, la puerta del diálogo sigue abierta, siempre y cuando se retiren las cadenas que paralizan la exportación de petróleo, uno de los principales recursos de la nación, hoy prácticamente en cero.  

Fue inmediata la respuesta de Washington, que, por boca del secretario de Estado, Mike Pompeo, confirmó la línea dura adoptada contra Teherán, luego de que el mismísimo presidente de los EEUU, Donald Trump, anunciara días atrás un incremento “sustancial” de las sanciones. Para la Casa Blanca, el acuerdo nuclear ha sido un fracaso y no puede ser el fundamento de las tratativas con Irán. 

A tal respecto, en los últimos días salieron a la luz nuevos detalles sobre los motivos que habrían empujado a la actual administración de los EEUU a romper el acuerdo. En un memorándum, el ex embajador británico en los Estados Unidos, Kim Darroch -quien presentó su renuncia días atrás luego de la publicación de informes reservados en Londres, en los cuales se definía a Trump como un “inepto” y un “inoperante”- da a conocer que el presidente se retiró por “motivos personales”. La decisión del inquilino de la Casa Blanca había sido tomada en “un acto de vandalismo diplomático” contra quien lo precedió en el cargo, Barack Obama. 

Hoy, finalmente, el ministro de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jeremy Hunt, se reúne con los homólogos de Francia y Alemania en Bruselas, en un intento por promover una acción común tendiente a conseguir que Irán retorne a los términos previstos en el acuerdo nuclear. Días atrás, la facción encabezada por los ayatolás amenazó con salirse nuevamente del acuerdo si Europa no es capaz de garantizar los intereses previstos por el pacto. “El acuerdo en materia nuclear”, afirmó Hunt, “no está muerto. Aún queda una pequeña ventana de diálogo para mantener con vida el entendimiento”, pero “se está cerrando”.