Arzobispo de Basra: Nuevas infraestructuras y ConstituciĆ³n para salvar Irak

La Iglesia da semanalmente “comida y refugio” a los manifestantes que están en la plaza. En diversas ciudades del sur están cerradas las escuelas y los edificios públicos. Otras 6 víctimas ayer en Bagdad por 3 diversas explosiones, no reivindicadas. Mons. Habib Jajou: "Los ciudadanos sufren por la pobreza, los jóvenes buscan la justicia social”.

 


Basra (AsiaNews) - Es triste debo admitirlo, pero “la situación es un desastre” y “las armas proliferan en cada lugar”. En este contexto difícil, “nosotros como Iglesia” estamos cerca a los jóvenes en la plaza “dando a ellos semanalmente comida y refugio”. Es cuanto narra a AsiaNews, Mons. Alnaufali Habib Jajou, arzobispo caldeo de Basra, en el sur de Irak, comentando las manifestaciones anti-gubernamentales que, desde el 1° de octubre, sacuden al país y reprimidas con fuerza por la policía y repartos de seguridad. “Concuerdo con ellos (los manifestantes)-subraya el prelado- que la nación necesita reconstruir las infraestructuras y reformar la Constitución, para abolir la lógica confesional” que graves daños ha causado en estos años.

Esta mañana los manifestantes anti-gobierno han bloqueado numerosas calles de comunicación en el sur del país, donde muchas escuelas y oficinas públicas resultan cerrados. En muchas zonas del país se registraron nuevos enfrentamientos, violencias y víctimas partiendo de la capital, Bagdad, donde una serie de explosiones en diversos barrios provocó la muerte de al menos 6 personas. Por el momento no resultan reivindicaciones de los 3 ataques, 2 de los cuales desatados con motos llenas de explosivos. 

Las autoridades de Kerbala, ciudad santa para los chiíes, dispusieron la clausura de las escuelas primarias, medias y religiosas. Una decisión excepcional, en respuesta al uso de proyectiles sobre la multitud por parte de la policía. Un bloqueo de las actividades de 2 días que se extiende también a Najaf e Al-Hilla, en la provincia meridional d Babilonia. Bloqueo de sector público también en Kout y Najaf; siempre en Bassora y Nassiriya una sentada hizo interrumpir la producción de la local compañía pública de petróleo. 

En Irak no parece por lo tanto detenerse la protesta, reprimida con fuerza por las autoridades y un balance actualizado de al menos 350 muertos y miles de heridos, en gran parte civiles; un aumento de la violencia que llevó a la Iglesia caldea a promover 3 días de ayuno y oración por la paz. “Los jóvenes que están en la plaza- explica Mons. Habib Jajou - buscan la justicia social. Ellos piden transferencia en la gestión de los fondos públicos y penas ejemplares para los funcionarios corruptos”. En su batalla “están apoyados por familias y amigos afuera del país”.

Los ciudadanos, pero sobre todos los jóvenes, prosigue el arzobispo, “sufren por el porcentaje altísimo de pobreza; hay 6 millones de viudas, huérfanos y personas discapacitadas” abandonadas a sí mismas. “Las nuevas generaciones-agrega- están enojados a causa de la alta tasa de desocupación, por la falta de casas e instrucción, por un sistema sanitario de baja calidad” aún frente a un balance millonario del Estado gracias a los ingresos del petróleo. Pero, lo que más maravilla, concluye el prelado, son “los muchísimos muertos y heridos” frente a las preocupaciones legítimas por el futuro.

Basra es el centro más importante del sur de Irak y ya fue teatro en el reciente pasado de graves violencias, que habían llevado a la Iglesia a suspender las actividades extra pastorales. La visita del Papa, anunciada para el próximo año, podría ser una ocasión de renacimiento pero las violencias de estas semanas arriesgan perjudicar un evento esperado por cristianos y musulmanes iraquíes.