La Asamblea de Punjab exige una ley ‘más severa’ contra los blasfemos

Al menos 65 personas acusadas de ofender al profeta Mahoma, acusadas fuera de los tribunales, antes de verificar su culpabilidad. Los activistas protestan porque a estas personas se les ha denegado o demorado la justicia. Las leyes sobre blasfemia son usadas para resolver disputas de manera “veloz”.  

 


Lahore (AsiaNews) – La Asamblea del Punjab exige al gobierno central de Islamabad la aprobación de leyes “aún más severas” para castigar a los blasfemos. El reclamo está contenido en una resolución aprobada por unanimidad el 31 de diciembre pasado. El Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement (CLAAS), una organización interconfesional que ofrece ayuda legal a las víctimas de la intolerancia religiosa en Pakistán, condena esta iniciativa. Nasir Saeed, director del CLAAS del Reino Unido, afirma: “No hay ninguna necesidad de promulgar leyes aún más restrictivas; pero sí urge poner freno al abuso de las leyes sobre blasfemia”. 

Todos los años, decenas de personas son acusadas de blasfemia en Pakistán. La reacción de los radicales suele ser muy violenta incluso en los casos de mera sospecha. Las víctimas más afectadas son las minorías religiosas  – y sobre todo, los cristianos – pero también los musulmanes son incriminados por ultrajar al profeta Mahoma.  

Hace años que los activistas protestan tras constatar que la acusación de blasfemia es usada para dirimir controversias personales y resolver de manera “veloz” las disputas sobre terrenos y propiedades. Los diputados del Punjab consideran, en cambio, que las normas actuales no se aplcian correctamente, y han llegado a sugerir que la blasfemia es tolerada amparada por la libertad de expresión. 

Nasir Saeed protesta: “Cientos de personas inocentes languidecen en la cárcel por años, porque los tribunales aplazan sus audiencias sin ninguna necesidad. Nos guste o no, estos casos se prolongan más que los otros, y los jueces - y en particular, aquellos de los tribunales inferiores - evitar fijar fecha para las deliberaciones, por las presiones que sufren por parte de grupos islámicos”. 

El activista menciona algunos ejemplos flagrantes en los que se ha negado la justicia o se la ha demorado, a causa del clima de intimidación que imponen los fundamentalistas. Hay que citar en primer lugar el caso de Asia Bibi, la madre cristiana que descontó nueve años de prisión; luego cabe recordar a Wajih-ul-Hassan, absuelto por la Corte Suprema en el pasado mes de septiembre, luego de pasar 18 años en la cárcel; por último, Imran Masih, que lleva 10 años tras las rejas esperando que se fije fecha para la audiencia final en la Alta Corte de Lahore. 

Según CLAAS, al menos 65 personas han sido asesinadas fueras de las aulas de los tribunales en los llamados “homicidios extra-judiciales”, con “varias personas quemadas vivas, y nadie obtuvo justicia”. El grupo recuerda que dos políticos de alto nivel que se opusieron al abuso de las leyes terminaron asesinados a plena luz del día: Salman Taseer, musulmán y ex gobernador del Punjab, fue muerto a sangre fría en enero del 2011 por su guardaespaldas por pedir justicia para Asia Bibi; y Shahbaz Bhatti, que en aquél entonces se desempeñaba como ministro de las minorías, fue asesinado pocos meses después.