Para satisfacer las necesidades energéticas, el gobierno evalúa la alternativa nuclear. Un proyecto aguarda la firma de Duterte. Mons. Alminaza: los desastres nucleares son un poderoso y doloroso recordatorio” de los peligros que conlleva la tecnología. Apostar a las energías renovables, como fuente “más económica y segura”, implica el compromiso con el ambiente “para el cuidado de la casa común”.
Manila (AsiaNews/CBCP) - Después de los durísimos enfrentamientos del pasado, suscitados por la lucha contra la droga y la campaña contra los grupos extremistas en Mindanao, en estas horas podría abrirse una nueva grieta entre los obispos filipinos y el gobierno del presidente Rodrigo Duterte. Un nuevo frente que tiene que ver con la energía y más precisamente, con un vuelco a la energía nuclear que el Ejecutivo estaría evaluando para responder a la demanda y alimentar el desarrollo industrial del país.
Los desastres atómicos de Chernobyl, Fukushima y Three Mile Island muestran que la energía nuclear “conlleva riesgos”, y que, en pocas palabras, “no vale la pena apostar a ella”. Quien lo afirma es Mons. Gerardo Alminaza, obispo de la diócesis de San Carlos, en la provincia de Negros Occidental, en el oeste del archipiélago. El prelado hace tiempo que está a la vanguardia en la lucha por las energías limpias y renovables, y subraya que “los tres accidentes se produjeron en naciones con tecnología, infraestructuras y experiencia mucho más avanzadas que las de las Filipinas”.
“[Estos accidentes] son un poderoso, y al mismo tiempo doloroso recordatorio de los riesgos ligados a la opción nuclear -afirma el prelado - a los cuales las Filipinas no tienen ninguna necesidad de exponerse”. Mons. Alminaza se expresó en respuesta a los documentos de gobierno que pretenden incorporar la opción atómica en la categoría de energías utilizadas para cubrir las necesidades, y hay un proyecto en el despacho presidencial que aguarda la aprobación de Duterte.
El 2 de marzo pasado se llevó a cabo una reunión del Ejecutivo, en la cual el ministro de Energía Alfonso Cusi expuso el plan nuclear para la nación. Al comentar el caso, el obispo de San Carlos expresa el deseo de que el presidente no de la espalda a su llamamiento, y que proyecte el desarrollo de energías renovables, que representan una fuente “más económica y segura” que la posibilidad de un “holocausto” nuclear.
En varias apariciones públicas, Duterte criticó a los miembros de la Iglesia con tono violento y muchas veces vulgar, invitando a “matarlos” y calificándolos de “inútiles”. Desde su elección, obispos y sacerdotes han censurado algunas políticas de gobierno. Entre ellas, la sangrienta guerra contra la droga, que ha provocado cerca de 5.000 muertes y la imposición de la ley marcial en Mindanao.
Esta vez, Mons. Alminaza espera que la respuesta del Jefe de Estado sea distinta, y que el mandatario no firme la orden ejecutiva, reforzando el compromiso a favor de las energías “green” y renovables. “Esto sería realmente ventajoso para nuestro pueblo - concluye el prelado - y un acto concreto para cuidar nuestra casa común”.