Vientos de guerra entre Ankara y Atenas en el MediterrĂ¡neo oriental

El reciente descubrimiento de importantes yacimientos de gas natural en el área provocó una escalada de tensión. En la última semana ejercitaciones militares contrapuestas: de una parte Turquía y EEUU, de la otra Grecia, Francia, Italia y Chipre. El “sultán Erdogán'' relanza el proyecto de “patria azul”. Diplomático occidental: de un pequeño error “graves consecuencias”.

 


Estambul (AsiaNews) - El reciente descubrimiento de importantes yacimientos de gas natural en el subsuelo del Mediterráneo oriental agravó las disputas y tensiones en acto desde hace tiempo entre Turquía y Grecia, ya próximas al enfrentamiento en el (vano) intento de definir las fronteras marítimas . Un enfrentamiento frontal que no se refiere sólo al ámbito económico, sino que involucra también elementos sociales y religiosos como sucedió recientemente con la conversión en mezquita deseada fuertemente por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan de la basílica, hoy mezquita, de Santa Sofía en Estambul.

La distribución por parte de Ankara de la nave antisísmica Oruc Reis al sur de la isla griega de Kastellorizo  el 10 de agosto pasado había desencadenado las iras de Atenas y favoreció una escalada de la tensión que todavía continúa. El 27 de agosto las tensiones entre Grecia y Turquía se agravaron, en un intercambio de dichos durísimos sobre las respectivas fronteras marítimas y de los hidrocarburos presentes en el fondo marino.

Ankara anunció nuevas maniobras militares y la extensión de las misiones exploratorias, acusando al mismo tiempo a Francia de querer exasperar la tensión comportándose como si fuese el ”jefe de una banda criminal”. En este contexto de crecientes enfrentamientos y de frentes contrapuestos se coloca el intento de mediación de Alemania, que trata de calmar, que trata de calmar ánimos invocando lo antes posible una “solución diplomática” de las disputas.

A despecho de tímidos intentos de mediación, en el Mediterráneo oriental sufren vientos de guerra: el gobierno turcoanunció la extensión de las misión exploratoria de la Oric Reis hasta el 1° de septiembre, en un área reivindicada también por Grecia. La Marina de Ankara efectuará además “ejercitaciones de tiro” el 1° y el 2 de septiembre a lo largo de Iskenderun, una zona de la isla de Chipre, también es teatro de controversias territoriales.

A las tensiones entre naciones vecinas se agrega el juego de las respectivas alianzas sobre el plano regional e internacional : durante la semana se registraron ejercitaciones militares rivales, que han visto opuestos de un lado naves de guerra turcas y estadounidenses y por el otro, cruceros griegos, chipriotas, franceses e italianos en el sector oriental. Maniobras que deben “cesar” para el ministro alemán  de Exteriores, Heiko Maas, por una mediación que ponga fina la crisis. “Necesitamos-agrega- una solución diplomática”, porque ninguno quiere “resolverla con naves de guerra” en el Mediterráneo.

Francia envió una advertencia a Turquía, en la cual se afirma que el sector oriental del mar no puede convertirse en “un terreno en juego” por las “ambiciones” de cada nación, ya que esto representa un “bien común” en el cual debe prevalecer “el respeto de los derecho internacional. 

Inmediata la réplica de Turquía por boca del “sultán” Erdogan, el cual advirtió que no habrá “concesiones” en la defensa de los intereses estratégicos del país, a nivel económico, energético, militar y comercial. Aún, sin nombrarla, él por lo tanto se dirigió a Grecia, exhortándola a “evitar errores” que podrían llevar a la “ruina”. “Nuestras Fuerzas armadas están alertas- replicó el Premier griego Kyriakos Mitsotakis en una sesión en el Parlamento- Grecia es fuerte tanto en el diálogo como en el campo de batalla”.

En este contexto surge con renovado vigor la política nacionalista de Erdogan, que relanza un lema acuñado por primero en 2006 por el ex almirante de la Marina turca Cem Gürdeniz, el de la “patria azul”. Éste entiende imponer la soberanía de Ankara sobre una zona de 462 mil Km cuadrados que abraza el Mar Negro, el Mar Egeo y el Mediterráneo y juzgado necesario para la “prosperidad” y la “seguridad” de la nación. La situación- observa un diplomático occidental tras anonimato- es demasiado volátil y el más pequeño error de cálculo podría tener graves consecuencias”.