Irak, crece el riesgo de saqueo de bienes y antigüedades durante la pandemia

Ya fueron un objetivo del Isis, que traficaba antigüedades para financiar la jihad, y ahora, con el nuevo coronavirus, el patrimonio se encuentra en mayor riesgo. Un erudito irakí explica que se trata de una actividad “que nunca se ha interrumpido”. Los esfuerzos para contener el nuevo coronavirus han absorbido cada vez más energía y recursos del gobierno.

 


Bagdad (AsiaNews) - La nueva pandemia de coronavirus afecta a los tesoros históricos y arqueológicos y no solo a las personas, como está ocurriendo en Irak, donde los sitios de la antigua Mesopotamia, famosa en todo el mundo, se encuentran cada vez más en peligro. Ya fueron un objetivo privilegiado del Estado Islámico (IS, antes Isis) en el pasado reciente, que vendía bienes y antigüedades en el mercado negro para financiar la lucha yihadista. Hoy son un blanco fácil para ladrones y rateros debido a la falta de personal a cargo de la atención y vigilancia.

Un estudio realizado en la primera década de 2000 por la Inspección de Antigüedades, registra que hay más de 1200 sitios arqueológicos solo en la gobernación sudoriental de Dhi Qar. Entre ellos se encuentra la ciudad de Ur, con casi 6 mil años de historia a sus espaldas, que según la tradición bíblica fue el lugar de nacimiento del patriarca Abraham; desde su descubrimiento en 1855, sólo el 5% de los bienes y tesoros que contiene el área han salido a la luz hasta la fecha.

Excluyendo este sitio mundialmente famoso, que está protegido por barreras en su totalidad, hay muchas otras zonas históricas y arqueológicas que no cuentan con la protección adecuada o con personal suficiente para controlar. Entrevistado por Middle East Eye, el profesor Ali al-Rubaie explica que estos sitios "siempre han sido objeto de saqueos". Sin embargo, en las últimas décadas “que coinciden con el inicio de las sanciones contra el régimen Baath de Saddam Hussein, se ha producido una rápida escalada de las actividades de saqueo”. A pesar de que existen severos castigos, el negocio nunca se detuvo”.

Una de las razones que permitieron el saqueo del patrimonio es que la conservación de los sitios arqueológicos nunca ha sido una prioridad para Bagdad ni para las fuerzas armadas estadounidenses, después de la invasión de 2003 que llevó a la caída del 'ex raìs. Y las fuerzas especiales entrenadas para la protección de antigüedades muchas veces se han desviado para otras misiones, o para la defensa de construcciones y lugares de importancia estratégica a nivel militar o institucional.

Estudiosos y especialistas piden mayores inversiones para la protección del patrimonio arqueológico, tanto a nivel de medios como de personal. Las antigüedades se trafican a Jordania o Turquía, luego se venden en el mercado negro, de la región y de todo el mundo, y terminan enriqueciendo a coleccionistas privados. Es un problema que se ha hecho más evidente debido a la crisis económica, las revueltas sociales y la pandemia que han caracterizado el último año, empobreciendo a un país rico en recursos pero que rara vez benefician a toda la población.

Por otra parte, los esfuerzos para contener el Covid-19 han absorbido gran parte de los recursos energéticos y económicos del gobierno, agotando aún más - si eso fuera posible - los pocos fondos asignados hasta ahora para proteger el patrimonio cultural. El desplome de los precios del petróleo limita, además, las perspectivas de recuperación económica, cuyas previsiones hablan de un descenso en torno al 10%.