El Card. Raï denuncia 'manipulaciones confesionales' en la causa de las explosiones en el puerto de Beirut

En su homilía dominical, el Patriarca Maronita ataca el giro "político y confesional" que ha tomado la investigación sobre los hechos en el puerto. Y advierte que "ha llegado la hora de la responsabilidad", para evitar un "cisma nacional". Los jueces apuntan contra el ex primer ministro Hassane Diab y tres ex ministros.


Beirut (AsiaNews/Agencias) - La investigación sobre la doble explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto pasado ha dado un giro "político y confesional": el ex primer ministro libanés Hassane Diab y tres ex ministros han quedo en la mira de las acusaciones. Para esclarecer las verdaderas causas de la tragedia, es esencial que la clase dirigente y las instituciones "no interfieran" en la labor de los magistrados. Así lo subrayó ayer el Patriarca Maronita, el card. Beshara Raï, en la homilía de la misa dominical, cuando volvió para arremeter contra los líderes del país de los cedros.

"Nadie tiene derecho a perder el tiempo y oprimir a los ciudadanos", subrayó el cardenal, y advirtió que "ha llegado la hora de la responsabilidad". “Esperamos que las últimas reacciones políticas, confesionales y judiciales no bloqueen la investigación de la explosión en el puerto, que devastó la mitad de la capital, causó 200 víctimas y 5.000 heridos, y dejó a miles de personas sin hogar”, agregó el primado maronita. 

El cardenal agitó el fantasma del “cisma nacional”, una ruptura en base a una línea “confesional” que no tendría ninguna justificación. Como tampoco tendría ninguna razón de ser “el apego” a las posiciones religiosas, políticas e institucionales, cuando ello termina obstaculizando “el curso natural de la justicia” en casos de semejante gravedad. 

Las 2.750 toneladas de nitrato de amonio que explotaron el 4 de agosto estaban arrumbadas en el hangar 12 del puerto desde 2014, sin ninguna medida de precaución especial. Tanto es así, que a lo largo de todos estos años, en reiteradas oportunidades se había advertido sobre el peligro para la capital y su población. En los últimos días, cuatro meses después del incidente, el Fiscal General del Tribunal de Justicia, Fadi Sawan, dictó las primeras órdenes de captura, que fueron notificadas en el domicilio del ex Primer Ministro Diab y de tres ministros que se desempeñaban en sus cargos en el momento de los hechos. Se trata del Ministro de Finanzas Ali Hassan Khalil y los Ministros de Obras Públicas Youssef Fenianos y Ghazi Zeaïter. 

La incriminación de los ex funcionarios desencadenó reacciones políticas y enfrentamientos contra el juez y el Poder Judicial, y la investigación de la causa tomó un giro "político y confesional". Los ex jefes de gobierno Saad Hariri, Tammam Salam, Fouad Siniora, Nagib Mikati y el muftí de la República, Abdellatif Deriane, denunciaron un ataque a la presidencia del Consejo, institución reservada por la Constitución a los suníes en virtud del pacto nacional de 1943. Hay quienes  involucran a la presidencia de la República (Cristiana) y la acusan de manipular a los jueces y digitar incriminaciones. Estas acusaciones fueron desmentidas en un comunicado oficial de la Oficina de la presidencia, el pasado fin de semana. 

"No encubrimos a nadie y tampoco defendemos a nadie", continuó el cardenal, y aclaró: "no nos involucramos en las investigaciones judiciales. Lo que nos importa son los derechos de las personas". A continuación hizo un llamamiento a la clase política y dirigente: "Quiten las manos de la justicia [...] para que ésta pueda purificarse; para que solo permanezcan en sus funciones aquellos jueces honorables y valientes". De la misma manera, urge  "un gobierno de rescate nacional, que enderece el país en todos los frentes".