12/11/2020, 14.49
LÍBANO
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Cáritas Líbano: tres meses después de las explosiones, una 'profunda crisis' psicológica y material

La capital y el país se encuentran profundamente afectados, continúa el recuento de daños en viviendas, escuelas, iglesias y hospitales. El drama de lo ocurrido y las pesadillas nocturnas, algunos niños han perdido el habla. Padre Michel Abboud: estamos ayudando a 5.000 familias y reconstruyendo 800 hogares. El apoyo de los libaneses de la diáspora es fundamental, pero hace falta más ayuda.

 

Beirut (AsiaNews) - Tras la "conmoción inicial" que siguió a la doble explosión, se está produciendo ahora, después de cien días, una "crisis profunda", tanto psicológica como material. “Es como despertar” y ver que “todo está perdido”. El padre Michel Abboud, presidente de Cáritas Líbano, describe de esa manera la situación crítica no solo en el corazón de la capital, Beirut, sino en todo el país "que ha quedado destruido a nivel de hogares, escuelas, iglesias y hospitales" y "necesita ayuda, mientras se pregunta cómo hace para continuar".

Más de tres meses después de las devastadoras explosiones en Beirut, que ocurrieron a principios de agosto, en un contexto de emergencia que no se supera, la situación sigue siendo precaria y las necesidades múltiples. El ataque dejó un saldo de 204 muertos, más de 6.500 heridos y más de 300.000 personas sin hogar, con un balance que sigue siendo provisorio a medida que pasa el tiempo. A eso se suma la profunda crisis económica y financiera, agravada por la pandemia de coronavirus que ha puesto de rodillas la situación sanitaria, mientras las instituciones luchan por apoyar la reconstrucción cuando el país no cuenta con un gobierno estable desde hace más de un año.

“Cáritas Líbano - subraya el presidente - y otras ONG que están operando en el país, continúan con el trabajo de reconstrucción de las casas y todavía quedan miles por reparar. Luego están las ayudas que se entregan a las familias en dificultades, mediante la distribución de alimentos y medicamentos que cada vez son más difíciles de encontrar”. El país también vive una “grave crisis médica”, por la pandemia de Covid-19 que ha saturado los hospitales en plena emergencia.

En este contexto, el recuento de daños sigue creciendo: las pérdidas para el arzobispado maronita de Beirut son del orden de decenas de millones de dólares. Tres iglesias ya dañadas durante la guerra civil (1975-1990) y sometidas a restauración en los años siguientes, deben ser reconstruidas nuevamente. Se trata de la catedral de San Jorge en el centro de la ciudad, la iglesia de San Elías en Kantari y la iglesia de San Marón en Saïfi, donde cada año se celebra el 9 de febrero la misa oficial del santo patrono. También sufrieron graves daños la iglesia de San Antonio de Padua, no lejos del epicentro de la explosión, y la iglesia de San Miguel que está ubicada en una zona prácticamente destruida.

El arzobispado de la capital afirma en un comunicado que “antes que a las iglesias de la ciudad, el colegio y la universidad La Sapienza, Mons. Boulos Abdessater ha dado prioridad a los feligreses y habitantes de la ciudad. Lo primero que se reconstruyó fueron sus casas”. En medio de una situación que sigue siendo profundamente crítica, las familias y los niños son los que pagan el precio más elevado. Necesitan una ayuda continua porque no tienen donde refugiarse ni pueden disfrutar plenamente del derecho a estudiar. Por eso los especialistas advierten que es "crucial" brindar también apoyo a nivel psicosocial, para que las víctimas y los que han sufrido un trauma puedan reconstruir su existencia.

“Desde el punto de vista psicológico - confirma el P. Michel - los sufrimientos también son muy graves: hay muchos niños que han perdido el habla, comienzan a manifestarse problemas en muchas madres. Son comunes los relatos de pesadillas, de personas que todavía sueñan con explosiones. Por eso hemos puesto en marcha un programa de apoyo psicológico, pero recién estamos empezando”. Solo Cáritas Líbano garantiza ayuda a 5 mil familias por medio de paquetes de alimentos y medicinas, y está llevando a cabo la reconstrucción de unas 800 casas. “Hay mucho por hacer, por lo que cualquier contribución es bienvenida. En este sentido, la ayuda que han ofrecido los libaneses de la diáspora y los muchos benefactores que viven en el extranjero, destinada a nuestros pobres, fue muy valiosa. El accidente dejó una profunda huella en nuestros cuerpos, pero también fue una oportunidad de ayuda, apoyo y solidaridad cristiana”.

Como está llegando el invierno, la situación de necesidad continuará y seguirá aumentando. “Por eso - concluye el presidente de Cáritas Líbano - hago un llamamiento para que sigan ayudándonos. Desde el punto de vista sanitario, porque necesitamos medicamentos, desde el punto de vista alimentario porque necesitamos comida, y también tenemos que reconstruir las casas. Sumado al aspecto, no menos importante, del daño psicológico que han sufrido las víctimas. Estas personas tienen derecho a recibir apoyo”.

 

Para apoyar a la población de Beirut y del Líbano, así como a Cáritas Líbano, AsiaNews ha decidido lanzar la campaña “Socorrer a una Beirut devastada”. Los que deseen contribuir, pueden enviar donaciones a:

- Fondazione PIME - IBAN: IT78C0306909606100000169898 - Codice identificativo istituto (BIC): BCITITMM -

Causale: “AN04 – IN AIUTO A BEIRUT DEVASTATA”

 

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