Los monjes budistas, contra el golpe de Estado
de Francis Khoo Thwe

El Mahana, el Comité de la Sangha Maha Nayaka, está preparando una declaración oficial para mañana: condena la violencia contra los manifestantes, las torturas y los asesinatos. Amenazan con una huelga de actividades en templos y escuelas budistas.


Rangún (AsiaNews) – El Comité estatal de la Sangha Maha Nayaka, la autoridad que guía a los monjes budistas de Myanmar, ha pedido a la Junta militar que detenga la violencia contra los manifestantes y acusa a "una minoría armada" de torturar y asesinar a personas inocentes. Se espera que el "Mahana" -el acrónimo del Comité- emita una declaración mañana, luego de mantener un coloquio con el ministro de Asuntos Religiosos.

La noticia de la enérgica postura adoptada por el órgano más autorizado de los monjes budistas se filtró y fue difundida por Myanmar Now, un periódico local que está en la mira de la Junta junto con otros medios de comunicación.

Hasta el momento, en el ámbito de los monjes budistas, esta es la postura más oficial y dura adoptada contra el golpe de Estado, condenando la violencia y los asesinatos.

Se han desplegado  manifestaciones en varias ciudades - Mandalay, Rangún, Pegu, Pakokku - pero los reclamos fueron más bien generales: los manifestantes pedían la paz para la nación y que el mal no prevalezca sobre el bien. En las últimas semanas, también se difundió la noticia del arresto de Shwe Nya War Sayadawa, un monje muy cercano a la NLD (Liga Nacional para la Democracia, el partido que ganó las elecciones el pasado noviembre).

Las huelgas, ayunos y procesiones de los monjes budistas fueron fundamentales en el 2007, en la llamada "revolución azafrán" contra la Junta militar de aquel entonces. Aunque no consiguió resultados tangibles, sirvió para llamar la atención de la comunidad internacional sobre Myanmar, iniciando un proceso de cambio. Sin embargo, después de 2007, la Junta militar relevó a todas las autoridades de los distintos monasterios del país. Desde entonces, el Mahana ha intentado guiar a los monjes para que se mantengan al margen de las cuestiones políticas. Es por eso que su toma de posición es sumamente relevante  hoy en día.

Un miembro que presenció la reunión del Mahana afirmó que los monjes amenazan con detener todas sus actividades en los templos y escuelas budistas.

Según datos de 2016, el Mahana supervisa a casi 600.000 monjes y monjas budistas, de los cuales aproximadamente la mitad son novicios. Cabe destacar que el 90% de la población birmana practica la religión budista.