La recuperación china sigue ralentizándose. Beijing no cumple sus promesas de inversión en otros países

Nuevos focos amenazan la recuperación de la pandemia. El sector de los servicios sigue en dificultades, con la perspectiva de que aumenten los desocupados. Los chinos prometen financiar nuevas infraestructuras en los países de la ASEAN. Pero no han respetado los compromisos anteriores con Filipinas.


Beijing (AsiaNews) - La recuperación económica de China tras la pandemia de covid-19 sigue desacelerándose. El índice Caixin / Markit de junio para la  actividad de los servicios, que se publicó hoy, cayó a 50,3 puntos desde los 55,1 registrados en mayo. Aunque por encima de 50 indica una expansión, es el nivel más bajo desde abril de 2020, cuando el país estaba lidiando con la primera fase de la emergencia del coronavirus. La cifra en descenso resulta confirmada por el índice oficial que monitorea el sector terciario, que cayó dos puntos hasta 52,3 entre mayo y junio.

Los analistas explican las dificultades de la industria de servicios china con la aparición de nuevos focos de covid en la provincia de Guangdong, que produce el 10% del PBI nacional. El descubrimiento de nuevos casos de contagio en Ruili, Yunnan, genera temores en el país por el resurgimiento de la enfermedad pulmonar. La ciudad está cerca de la frontera con Myanmar, donde el conflicto civil en curso entre los militares golpistas y la oposición armada ha dificultado la contención de la crisis sanitaria.

Con la ralentización de las actividades, las autoridades esperan una caída del empleo en los servicios en los próximos meses, el sector que suele atraer a la población más joven. El índice de empleo en el sector terciario de la Oficina Nacional de Estadística bajó a 47,6 puntos en junio, 0,6 menos que el mes anterior.

La rápida recuperación económica de Beijing de la pandemia se consideró un posible motor de la recuperación mundial. El descenso de las cifras podría convertirse en una presión para el gobierno chino, que para contrarrestar el nuevo activismo estadounidense en Asia se ha comprometido a financiar nuevas infraestructuras en los países de la ASEAN (Asociación de Países del Sudeste Asiático).

En junio, los chinos anunciaron la construcción de una planta de energía solar en Malasia; en Laos están construyendo una autopista de 580 km. El gigante asiático prometió a Camboya nuevas inversiones en su red vial, mientras que entre enero y abril invirtió en 61 proyectos en Vietnam. En total, estas operaciones suponen miles de millones de euros.

Pero Beijing ya tiene problemas cumplir los compromisos asumidos en los últimos años. Como revelan cifras oficiales del gobierno filipino, los chinos han desembolsado solo una parte de las ayudas e inversiones prometidas a Manila en 2016. Con la firma del correspondiente acuerdo el presidente Rodrigo Duterte - recién elegido - había anunciado la "separación" de Filipinas de su aliado EE. UU. De los 7.600 millones de euros en préstamos subvencionados otorgados por China, hasta 2019 Manila obtuvo solo 497 millones y, además,  a tipos de interés superiores a la media.

Entre 2016 y 2020, los filipinos recibieron en cambio 2.700 millones de euros de inversiones chinas, cuando el compromiso de Beijing era por 12.600 millones. Mientras que en 2019 la ayuda de Japón al desarrollo de Filipinas alcanzó los 7.200 millones de euros.