Bahaís, cristianos conversos y sufíes: represión de Teherán contra otras religiones

Este fin de semana numerosos fieles bahaís fueron arrestados por "vínculos" con un "centro en Israel" y por hacer "proselitismo" en escuelas y jardines de infancia. En el operativo allanaron 52 viviendas y locales comerciales. Activistas en otros países denuncian un "clima de odio" alimentado por los medios oficialistas. Informes de una ONG con sede en Estados Unidos hablan de una "campaña de desinformación" para justificar la represión.


Teherán (AsiaNews) - Bahaís, cristianos conversos, musulmanes sunitas y sufíes: la represión de Teherán contra las minorías religiosas - y la sociedad civil, a un año del acceso a la presidencia del ultraconservador Ebrahim Raisi - ha recrudecido en los últimos tiempos, culminando en una ola de arrestos contra los seguidores de Mīrzā Ḥusain ‛Ali Nūrī (más conocido como Bahá'u'lláh) por supuestos "vínculos" con un "centro en Israel" y por "hacer proselitismo en escuelas y jardines de infancia". El Ministerio de Inteligencia iraní confirmó la noticia reproducida por agencias de noticias y sitios web de activistas fuera del país, sin especificar el número de personas acusadas ni cuándo se realizaron los arrestos.

Los bahaís han sido objeto de hostigamiento y persecución desde la fundación de la República Islámica en 1979 y ya en junio y principios de julio habían denunciado decenas de detenciones entre sus fieles, así como registros y allanamientos de viviendas. Sin embargo, la represión alcanzó su punto álgido el 31 de julio, cuando las autoridades realizaron numerosas detenciones después de allanar y registrar al menos 52 domicilios y locales comerciales en todo el país.

Diane Alai, miembro de la Comunidad Internacional Bahai (BIC), declaró a AFP que entre los arrestados hay destacadas personalidades como Mahvash Sabet, Fariba Kamalabadi y Afif Naemi, quienes ya habían sido condenados a una década de prisión por formar parte del grupo Yarán. La activista habla de una "medida ultrajante" en un contexto de "escalada", alimentada por una "campaña de incitación al odio" en los medios de información oficialistas. James Samimi Farr, portavoz de bahai en Estados Unidos, añade que se está llevando a cabo una "persecución" contra la comunidad, y las autoridades están "calculando hasta dónde pueden llegar contra nosotros". El ministerio afirma que los arrestados formaban parte de un grupo que espiaba para Israel y trabajaba para difundir ilegalmente la religión, infiltrándose incluso en los ambientes escolares de todos los niveles.

La Constitución iraní reconoce algunas confesiones, entre ellas cristianos, judíos y zoroastrianos, pero proscribe a otros cultos como el bahai, estimado en unos 300 mil miembros en todo el país sobre un total de unos 84 millones de habitantes. En junio, en la ciudad sureña de Shiraz, un tribunal de la Revolución condenó a 26 fieles a penas de entre dos y cinco años de cárcel por "conspiración".

Por otra parte, un informe del Iran Human Rights Documentation Center (IHRDC), una ONG con sede en Estados Unidos, denuncia una "campaña de desinformación" para justificar "acusaciones sin fundamento" contra miembros de minorías, entre los que habría cristianos convertidos del Islam. Una de las acusaciones utilizadas por las autoridades de la República Islámicas, explica el documento, es la de "vínculos con países extranjeros" para fomentar "discordias y divisiones" dentro de la sociedad. Judíos, sunitas, sufíes, cristianos conversos y los mismos bahais están en la mira. "La propaganda contra los cristianos conversos -afirma el estudio- a menudo se disfraza de antisionismo y los cristianos conversos son normalmente señalados como miembros de una red 'sionista'". En conclusión, el informe afirma que "el gobierno iraní ha acosado y perseguido de manera sistemática a los cristianos conversos y bahaíes por hacer proselitismo”, cuando su único delito es haber promovido y practicado su religión.