En la misión de Bidar, las hermanas del Carmelo Apostólico siguieron la invitación del Papa Francisco y pasaron un día entre las viudas, los leprosos y los barrenderos y recolectores de residuos -personas que tradicionalmente están al margen de la sociedad. La superiora: "La mejor manera de ayudarlos es tender una mano para que puedan levantarse".
Nueva Delhi (AsiaNews) - El domingo 13 de noviembre numerosas realidades católicas de la India vivieron la Jornada Mundial de los Pobres, una iniciativa impulsada por el Papa Francisco. Un ejemplo significativo es el gesto de las monjas de la Misión Carmelita Apostólica de Bidar, en el estado indio de Karnataka, que centraron su atención en tres grupos de personas: viudas, enfermos de lepra recuperados y los barrenderos y recolectores del municipio de Bidar.
"Después de un momento de oración juntos", dice la superiora del convento, la hermana Christine Misquith, "las religiosas escucharon las historias de estas personas y proyectaron un vídeo sobre cómo la pobreza suele ir acompañada de una riqueza del corazón. Después, entretuvimos a los grupos con juegos, les entregamos comida y un sari. Fue un momento para expresar el amor por los pobres".
"Una de las mejores maneras de ayudar a los necesitados es tenderles una mano para ayudarlos a levantarse -continúa la Hna. Christine-, en lugar de una mano que los rechaza. Al darles apoyo moral y mostrar respeto hacia ellos, se dan cuenta de que hay alguien que se preocupa realmente por ellos".
En diálogo con AsiaNews, la Hna. Nirmalini, superiora general de la Congregación de Carmelitas Apostólicas, agrega: "Nuestra principal misión es la educación de las niñas, pero a través de nuestras instituciones, las hermanas se ocupan de los pobres como una opción de inclusión social. Adoptan los barrios marginales y se ocupan de la formación de los niños, ayudándoles a completar la educación formal. Las mujeres participan en la formación de grupos de autoayuda y reciben capacitación en el desarrollo de habilidades, para volverse autónomas y mejorar su vida familiar”.
Las religiosas también desarrollan actividades de formación gratuita para los alumnos más vulnerables, niños que no tienen a nadie en casa que pueda enseñarles. "Este año, siguiendo el llamamiento constante del Papa Francisco a tender la mano a los más pequeños", añade sor Nirmalini, "hemos decidido que ningún niño abandonará nuestra institución por falta de pago de las cuotas escolares". Además, cada una de nuestras comunidades -en la India y en el extranjero- ha adoptado familias y las acompaña, tanto espiritual como materialmente, en todos los aspectos de su vida".