Dacca, confirmó la pena de muerte para un líder del partido islámico
El Tribunal Supremo de Bangladesh ha rechazado la petición de apelación de Mohammad Kamaruzzaman, declarado culpable de "genocidio" durante la guerra de liberación de Pakistán (1971). Entre los crímenes que se le atribuyen, incluso el asesinato de 120 campesinos desarmados. Para evitar el ahorcamiento sólo puede solicitar el indulto al presidente.

Dacca (AsiaNews/ Agencias) - El Tribunal Supremo de Bangladesh ha rechazado la solicitud de apelación en contra de la pena de muerte impuesta a Mohammad Kamaruzzaman, líder de Jamaat-e-Islami, el partido fundamentalista islámico. En mayo de 2013 un tribunal nacional por crímenes de guerra lo ha condenado por “genocidio”. Los jueces explicaron que "no hay ninguna razón" por la cual no se debe ejecutar el político.

Ahora, para escapar de la ejecución Kamaruzzam sólo puede solicitar el indulto al presidente. Si no lo hace, dijo el fiscal general Mahbubey Alam, "podría ser ahorcado en cualquier momento".

El líder islámico, de 62 años, ha sido responsable de los crímenes cometidos durante la guerra de liberación de Pakistán en 1971, entre ellos la muerte de al menos 120 campesinos desarmados en Sohagpur, en el norte del país. Durante el proceso las tres viudas han testificado contra él, hablando de cómo él dirigió las tropas paquistaníes del pueblo y ayudó a los soldados para poner en línea los agricultores para matarlos.

No existen datos fiables sobre las víctimas del conflicto que llevó a la independencia de Bangladesh de Pakistán. Sin embargo, según las estimaciones en los nueve meses de la guerra habrían muerto al menos 3 millones de personas. Respetando una promesa hecha durante la campaña electoral, en 2010, el primer ministro Sheikh Hasina ha formado los "tribunales de guerra" para investigar los abusos que ocurrieron en ese período.

La mayoría de los acusados ​​y el condenado eran dirigentes del partido fundamentalista islámico. Según la oposición, el gobierno ha utilizado estos tribunales para eliminar a los opositores políticos. Después de las primeras sentencias de condena, el Jamaat y otras organizaciones radicales musulmanes han reaccionado en modo violento, paralizando la nación.