Almaty: 500 días de protesta por los kazajos detenidos en Xinjiang

de Vladimir Rozanskij

Manifestación frente al consulado chino. Al igual que los uigures, la minoría kazaja también es enviada a campos de concentración en la región autónoma china. El gobierno kazajo no interviene para no deteriorar las relaciones con Beijing.

Moscú (AsiaNews) - Tras 500 días de acciones públicas, los familiares de los kazajos detenidos en los “campos de reeducación” de Xinjiang reafirmaron su deseo de volver a ver a sus seres queridos. Se reunieron en Almaty, frente al consulado chino. Como han hecho durante este largo periodo de protestas, se presentaron sosteniendo las fotografías de familiares que permanecen en suelo chino, yuxtapuestas a la fotografía de Xi Jinping y a la bandera de Kazajistán, coreando las consignas: "¡Que el jefe de China libere a nuestros familiares!", "¡Cierren los campos de prisioneros políticos!" y "¡Libertad a los inocentes detenidos!".

Akikat Khaliola es uno de los que participan en la protesta. Él cuenta que su padre murió en una prisión china, mientras que su madre y sus dos hermanos pequeños continúan desaparecidos, y no se tienen noticias de su paradero. En un llamamiento al presidente kazajo Kasym-Žomart Tokaev, reitera que su padre fue asesinado en prisión sólo porque "pedía justicia". Otra manifestante, Gaukhar Kurmanalieva, cuestiona el hecho de que Kazajistán no haya intercedido en favor de su ciudadano Askar Azatbek, quien fue detenido en la frontera con China aún cuando no existían cargos en su contra.

Una funcionaria del akimat (municipio) de Almaty, Rita Erman, se reunió con los manifestantes frente al consulado, advirtiéndoles sobre los riesgos que corren por la concentración "ilegal" y pidiéndoles que regresaran a sus casas. En los últimos 500 días han realizado acciones similares y como consecuencia, las autoridades multaron varias veces a los miembros del grupo. El consulado chino jamás se dignó a recibirlos y tampoco a dar respuesta de ningún tipo ante sus reclamos.

La redacción de Azattyk apoyó a los familiares de los detenidos de Xinjiang enviando una petición formal de aclaraciones, dirigida al Ministerio de Asuntos Exteriores kazajo. La respuesta oficial fue que las "acciones ilegales" frente al consulado "constituyen un obstáculo" para el paciente trabajo de los diplomáticos que procuran resolver el asunto pues "afectan negativamente las relaciones bilaterales con China".

Los informes sobre la represión contra la población turcoparlante y musulmana de Xinjiang se suceden desde 2017. Los grupos étnicos más afectados son los uigures y los kazajos: tras confiscar sus pasaportes, son enviados a "campos de reeducación política" o quedan bajo arresto domiciliario. Muchos han huido de China; otros lo intentaron, pero fueron detenidos antes de cruzar la frontera. En la región también hay minorías de kirguisos, tayikos y dunganos.

Numerosas organizaciones internacionales y países occidentales acusan a Beijing de "genocidio" contra los uigures, kazajos y otros pueblos de habla turca que viven en Xinjiang. Por su parte, las autoridades chinas desmienten las acusaciones. Las acciones de protesta frente al consulado en Almaty comenzaron en febrero de 2021, y dieron lugar a innumerables arrestos y castigos. Jamás se ha dado una respuesta sobre las "acusaciones inventadas" que han llevado a la detención de sus parientes y a la separación de sus familias. En los últimos meses se produjo un flujo de de ciudadanos chinos de etnia kazaja que huyeron de Xinjiang y cuya gran mayoría se estableció en Almaty.