Con una inversión inicial de algo más de 390.000 euros es posible obtener una nueva nacionalidad. Se trata de un fenómeno creciente, hasta el punto de que el 60% de los extranjeros que compran inmuebles en Turquía son rusos. Para muchos es un "plan B" tras el bloqueo de Europa. El fenómeno preocupa (e irrita) a Washington. Turquía estaría ayudando a Moscú a eludir las sanciones.
En Morgauš, los activistas erigen el primer símbolo tradicional de la etnia, uno de los que han prometido los "patriotas" para revivir la cultura y la conciencia del grupo de origen turanio. La obra está realizada en madera de roble y tilo, los árboles que representan el principio masculino y femenino respectivamente. Su realización tuvo un costo de 1.000 euros.
Crecen los interrogantes sobre la evolución de la crisis militar y económica, y surgen analogías con el colapso de la URSS tras la guerra de Afganistán. Para el politólogo Galljamov, el zar Putin se está "debilitando" y busca "una salida". Sorpresiva crisis con Israel, una señal de que Putin comienza a ceder ante los halcones del Kremlin. El intento de "permanecer en la silla" y la posibilidad del exilio (en Teherán).
Para Tamila Taseeva, Crimea se ha convertido en "la tierra de la no-libertad"; la "persecución" de los activistas ha aumentado. Hoy en día es una "retaguardia logística": desde allí parten las expediciones para conquistar otros territorios de Ucrania. La presencia rusa crece, en paralelo al éxodo de los ucranianos, víctimas de la "emigración forzosa". El pasaporte, una cuestión no resuelta.
Arrestaron al diputado de la legislatura petersburguesa Aleksandr Shishilov, del partido Yabloko. Habría desacreditado a las Fuerzas Armadas que luchan en Ucrania. Muchos académicos defienden su postura. Un ejemplo de los que siguen luchando por la libertad de expresión en Rusia.
El tema no se debate en el Congreso Mundial de Tártaros, controlado por el régimen de Moscú. Sigue viva la figura de Mirsaid Sultan-Galiev, uno de los padres fundadores del Tartaristán moderno, víctima de la represión estalinista. La mayoría de los tártaros se oponen a la idelología neoimperial de Putin.