La alarma la dieron los pescadores locales, a quienes se impide el acceso a mar abierto. Algunos han especulado con la posibilidad de que la estructura forme parte del proyecto PIK2, un conglomerado residencial y comercial respaldado por el gobierno. Entretanto, el Ministerio de Pesca ha cerrado el acceso a la zona. Algunas declaraciones sobre la responsabilidad de los pescadores en la construcción del arrecife no se consideran creíbles.
La planta desalinizadora se construirá en colaboración con un grupo francés y proporcionará 300 millones de metros cúbicos de agua potable. Será la mayor infraestructura del país y dará servicio a tres millones de ciudadanos; cuatro años para su finalización. Sustituirá a un proyecto anterior estudiado con Israel que debía conectar el Mar Muerto y el Mar Rojo.
Con las puertas cada vez más cerradas en Rusia, muchos trabajadores de la región se han marchado a Corea del Sur. Pero también aumentan los centroasiáticos en busca de perspectivas en los países occidentales, que a menudo acaban siendo víctimas de explotadores sin escrúpulos. Turquía como destino intermedio donde permanecen unos años, con la esperanza de llegar luego a Europa o América.
Desde la ventana del Palacio Apostólico, Bergoglio invitó a pensar en la fecha del primer sacramento: “Si no lo recordamos, preguntémosle a nuestros padres, a nuestros padrinos”. Esta mañana bautizó a 21 niños en la Capilla Sixtina: "Hoy mandan ellos". Pidió oraciones por Los Ángeles y por la paz “en Ucrania, en Oriente Medio y en el mundo entero”.
En la comunidad que es el centro del amargo enfrentamiento sobre la liturgia que ha dividido a esta Iglesia católica de rito oriental durante años, el Papa Francisco ha aceptado la renuncia del administrador apostólico que él había designado y el nombramiento de un nuevo vicario, el arzobispo Pamplany. Por su parte el nuevo cardenal Koovakkad señaló en el Sínodo a sus hermanos obispos siro-malabares el primado de la caridad.
Ha pasado ya un cuarto de siglo desde que Boris Yeltsin entregó el poder. Nadie pensaba entonces que desaparecería esa pacífica y próspera Rusia que en 1997 había celebrado los 850 años de Moscú. Hoy, sin embargo, los saludos de Año Nuevo repiten ominosamente "seguiremos adelante hasta la victoria", mientras todo parece llevar a Rusia cada vez más hacia atrás.