Primer cardenal de Timor, creado por Bergoglio en 2022, es salesiano y pertenece a un pequeño país católico donde los jóvenes son el 70% de la población, marcado por la larga lucha por la independencia de Indonesia. Obispo de Dili desde 2016, fundó la Universidad Católica Juan Pablo II y promueve una Iglesia "abierta" y unida. La alegría de haber recibido al Papa Francisco con una multitud inmensa en el viaje de septiembre del año pasado.
En la audiencia general celebrada hoy en la Plaza de San Pedro, Francisco recorrió las etapas del viaje apostólico que en los últimos días le ha llevado a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. «He encontrado comunidades vivas que crecen por atracción. Me ha alegrado el corazón poder pasar algún tiempo con los misioneros y catequistas de hoy».
Mientras todo el país tiene aún en sus ojos a las más de 600.000 personas de la misa de ayer, esta mañana -en su última cita en Timor Oriental- Francisco se ha reunido con los jóvenes, invitándoles a «hacer ruido» para construir el futuro sin dejarse vencer por el individualismo. A continuación, salida hacia Singapur, donde el pontífice llegó a primera hora de la tarde.
En la misa que presidió en la explanada de Taci Tolu, el Papa dijo, ante cientos de miles de fieles: "Cuidado con esos cocodrilos que quieren cambiarles la cultura". Invitó también a la Iglesia local a ser como el perfume del sándalo por el que Timor es conocido desde la antigüedad, y difundir "el perfume del Evangelio contra todo lo que humilla, degrada y destruye la vida humana". A los sacerdotes: "La gente aquí los respeta, pero no tienen que actuar como los poderosos que pisotean a los demás".
Francisco llegó hoy a Timor Oriental - país de mayoría católica que conquistó su independencia recién en 2002 - en la tercera etapa de su viaje apostólico por Asia y Oceanía. El pontífice elogió "el compromiso para alcanzar una reconciliación con los hermanos de Indonesia", señalándolo como ejemplo para el mundo. Pero también invitó a los timorenses a "hacer que la fe se convierta en cultura", a dar respuestas a los males sociales como la pobreza, la violencia de las bandas callejeras y el abuso infantil.
En diálogo con AsiaNews, una religiosa salesiana italiana que vive en el país desde hace más de 30 años habla de las expectativas de un pueblo que todavía no ha superado completamente el proceso que condujo a la independencia. Los problemas no resueltos en educación y salud, y la urgencia de formar a los jóvenes en política. El deseo de 'tocarlo' y recibir la bendición de Francisco.