El presidente de Azerbaiyán, Aliev, sigue insistiendo en que «el mundo túrquico es nuestra familia». Una perspectiva que hace un guiño a la creciente tendencia nacionalista en las zonas de mayoría azerbaiyana que quedan al otro lado de la frontera con Irán, galvanizada también por los vítores al equipo de fútbol de Tabriz. Un fenómeno duramente reprimido por las autoridades de Teherán.
El rencor de Aliev hacia los europeos está motivado por el hecho de que, según él, el «intento de injerencia» en los asuntos de Georgia se transmite también a Azerbaiyán, a través de «las ONG de derechos humanos y los flujos de capital vinculados a ellas». Por eso elogia a Tiflis por haber introducido la ley sobre «influencia extranjera».
Las sanciones internacionales a Rusia e Irán han permitido a Azerbaiyán explotar su posición mediana no sólo geográficamente. La apuesta por un gran corredor de transporte Norte-Sur abriría a Moscú las puertas del océano Índico, desde donde podría eludir todo tipo de presiones.
Las autoridades rusas no han reconocido hasta ahora su responsabilidad en la tragedia que costó la vida a 38 personas en Kazajistán el 25 de diciembre y no han dado curso a las demandas de indemnización. Al parecer, el propio avión del presidente Aliev está en el punto de mira y los analistas locales apuntan a maniobras geopolíticas. Mientras, Azerbaiyán cierra el Dom Rossii por sospechas de espionaje.
A través de un amplio abanico de iniciativas, la asociación Amor pretende que los azerbaiyanos de la orilla rusa del Caspio se sientan como en casa. Presidida por la hija mayor de Aliev, pretende distinguir a su comunidad de las diásporas de otros pueblos, centrándose en las buenas relaciones entre Bakú y Moscú.
En la era del soberanismo, Azerbaiyán redescubre uno de los mayores y más longevos imperios del mundo musulmán para reivindicar las raíces históricas de su condición de Estado frente a Teherán. Akhmedov: «Deben estudiarse las reformas políticas y económicas de su fundador Šakh Ismail Khataj». Los acontecimientos antiguos como clave de lectura de las batallas actuales de la dinastía Aliev.