Ante la ejecución del detenido Tomohiro Kato - que tuvo lugar en las mismas horas que las de los disidentes birmanos - la Comisión de Justicia y Paz del episcopado japonés advirtió: "La violencia de la pena de muerte no puede construir nunca una sociedad pacífica. Es una barbarie que atenta contra los tiempos y crea más violencia".
En la rueda de prensa durante el vuelo de regreso de Canadá, Francisco invitó a observar las situaciones que aún atraviesan las culturas de algunos pueblos considerados inferiores. Confirmó su intención de viajar a Kazajistán en septiembre. En su última parada -a sólo 300 kilómetros del Círculo Polar Ártico- dio algunos consejos a los jóvenes inuits: "Caminen hacia lo alto, vengan a la luz, distingan lo verdadero de lo falso y sean un equipo".
Los militares habían anunciado las ejecuciones en junio. La noticia fue publicada en el periódico estatal. Son las primeras condenas a la horca desde 1988. Entre los sentenciados figuran el ex diputado Phyo Zeya Thaw y un activista conocido como Ko Jimmy.
Tres helicópteros de la junta militar birmana atacaron cinco localidades, obligando a la población a huir y destruyendo lugares de culto. Una investigación de Amnesty International denuncia el uso de minas antipersona en el estado de Kayah.
Desde el golpe de Estado del año pasado, se ha quintuplicado la actividad minera en el norte de Myanmar. Los residuos tóxicos y radiactivos ascienden a millones de toneladas. La regulación del sector es casi imposible debido a la presencia de una milicia afiliada al régimen birmano.
El bloqueo del flujo procedente de Indonesia debido a un conflicto por la forma de contratación amenaza con poner de rodillas a los productores de aceite de palma de Malasia. Pero incluso en Bangkok la Cámara de Comercio estima una escasez de al menos 500.000 trabajadores extranjeros en la fase post-Covid.