En una conversación con jesuitas que tuvo lugar en Yakarta y fue publicada hoy por «La Civiltà Cattolica», el pontífice -respondiendo a una pregunta de un cohermano birmano- contó que había pedido la liberación de la Premio Nobel de la Paz encarcelada en un lugar desconocido para su propia familia. «Hoy en Myanmar no se puede permanecer en silencio: el futuro del país debe ser la paz basada en el respeto de un orden democrático».
Recién en estas horas, con el restablecimiento de las comunicaciones, se está empezando a evaluar la magnitud del desastre que se ha producido en el país. Las diócesis de Taunggyi y Kengtung, en Shan, han quedado completamente aisladas. Varias fuentes locales han confirmado que la junta golpista no tiene recursos para hacer frente a la situación y la población ha quedado abandonada a su suerte. La Fundación PIME reactiva el fondo de ayuda "Emergencia Myanmar".
En el Ángelus, la cercanía del pontífice a los afectados por el tifón Yagi y a las familias de los rehenes israelíes encontrados muertos en Gaza hace unos días. El recuerdo del encuentro con la madre de uno de ellos. «Que continúen las negociaciones y se encuentren soluciones de paz». A todos la invitación a volver a preguntar: «¿Quién es Jesús para ti?».
Otros países del sudeste asiático también se encuentran afectados. En la diócesis de Chang Rai, Tailandia, las aguas cubrieron la catedral hasta el altar, dijo el obispo. Las telecomunicaciones y el transporte siguen interrumpidos en extensas zonas de la región.
Las crecientes conquistas de la Alianza de la Hermandad, compuesta por tres poderosas milicias étnicas, están poniendo de manifiesto las dificultades de administrar territorios diferentes. Un reto que puede explicar las dificultades para hacerse con el control incluso de las mayores ciudades de Myanmar. La implicación de China también se perfila cada vez con mayor claridad.
Noticias de hoy: Acuerdo de 2.300 millones entre Emiratos y Jordania para una línea ferroviaria. Beijing 'advierte' a los estudiantes con acceso a datos sensibles sobre los riesgos para la seguridad nacional. Más de 100.000 personas en la procesión de las antorchas en Calcuta un mes después de la violación y asesinato de una doctora. Mil civiles «atrapados» en un monasterio budista por los combates en la región de Sagaing, en Myanmar.