Mientras la atención de todo el mundo está concentrada en la tragedia de Myanmar, en la región de Turquía que el 6 de febrero de 2023 fue sacudida por un sismo de las mismas proporciones, la recuperación sigue estando muy lejos. "El terremoto está siempre presente: en el trauma que hemos vivido, en las personas que hemos perdido, en los edificios destruidos entre los cuales caminamos todos los días". En el lugar donde por primera vez los seguidores de Jesús fueron llamados "cristianos", la comunidad local se ve obligada a ir y venir desde una ciudad vecina.
El relato desde un Estambul sacudido por el arresto del alcalde. La policía ha blindado el centro de la ciudad para impedir el acceso de los partidarios del alcalde opositor a Erdogan, que continúan las manifestaciones en las calles secundarias. Si bien la opinión pública en Turquía está dividida, en la metrópoli está mayoritariamente a favor de Imamoğlu, que ayer obtuvo casi 15 millones de votos en las primarias para las elecciones presidenciales.
Cientos de personas se manifiestan contra la detención del alcalde de Estambul. Ningún comentario de Erdogan, mientras la policía responde a la protesta con nuevas detenciones. Riesgo de nuevas tensiones y de un enfrentamiento social, unido a la incertidumbre sobre el futuro de Imamoglu en la carrera presidencial.
La capital económica y comercial del país se encuentra blindada, internet ralentizado y la policía patrulla las calles. La oposición protesta y confirma el apoyo a la candidatura del alcalde para las próximas elecciones presidenciales. Ningún comentario desde las oficinas de Erdogan. Activistas y grupos de derechos humanos hablan de acusaciones "con motivaciones políticas".
Tras varios días de violencia y más de mil víctimas, entre ellas algunos cristianos, el gobierno de al-Sharaa ha declarado concluida la operación contra los alauitas en la costa occidental del país. Damasco también firmó un acuerdo de “integración” con los kurdos. Arzobispo de Homs: Para que haya paz hace falta la presencia internacional y que se levanten las sanciones. Las promesas de las autoridades todavía no se han concretado.
Fuentes kurdas de AsiaNews en Diyarbakır hablan del «fin de una era y el comienzo de una nueva etapa». Ayer, el líder se reunió con una delegación en prisión, a la que transmitió un mensaje en el que les instaba a deponer las armas y a disolver el movimiento. Sin embargo, el panorama sigue siendo de profunda incertidumbre, con «dos corrientes de pensamiento diferentes: una a favor del fin de la violencia, la otra convencida de que el problema sigue abierto».