El fiscal general acusó al líder supremo del Emirato Islámico, Haibatullah Akhundzada, y al juez Abdul Hakim Haqqani de ser responsables de la persecución de mujeres y niñas afganas. Sin embargo, en los últimos días un funcionario de alto rango había pedido que se reabrieran las escuelas para las mujeres. Una señal que, sumada a otras críticas, muestra un liderazgo poco compacto.
Son personas que habían trabajado con Estados Unidos en Afganistán y ya habían recibido la aprobación para el reasentamiento. El programa, que otorga una Visa Especial de Inmigrante, fue establecido en 2009 y también incluye a los familiares de las personas seleccionadas. La víspera de la investidura de Trump, 200 afganos lograron salir de Filipinas, a donde habían sido trasladados para completar los trámites burocráticos.
La periodista británica de origen afgano-paquistaní relata en un documental la labor de la ONG italiana Emergency, que desde 1999 acompaña las muchas páginas dramáticas de la vida en el país con su asistencia a heridos y enfermos. «Después de las bombas, hoy surge cada vez más el problema de la violencia doméstica y familiar». Filippo Bongiovanni, anestesista-reanimador: «Desproporción entre las necesidades asistenciales y los recursos disponibles».
En los últimos días el subsecretario de Relaciones Exteriores de la India se reunió en Dubái con el ministro de Relaciones Exteriores del Emirato Islámico. En las declaraciones se destacó la importancia de la ayuda humanitaria al pueblo afgano, pero Delhi también tiene interés en crear vínculos comerciales a través del puerto iraní de Chabahar para evitar los puertos de Karachi y Gwadar en el rival Pakistán.
Los occidentales recluidos en las cárceles de la República Islámica constituyen, con toda justicia, un caso internacional. Pero son una fracción minúscula de los más de 8.000 ciudadanos no iraníes retenidos por Teherán. En el 95% de los casos son inmigrantes afganos; más de 70 de ellos fueron condenados a la horca en 2024. Otros países de origen de los presos son Pakistán, Irak, Turquía, Azerbaiyán y la India.
A las jóvenes afganas, ya excluidas de las universidades, se les había dejado la posibilidad de asistir a institutos profesionales. Sin parteras y enfermeras, a las mujeres les resulta dificilísimo acceder a la atención médica. Los mismos días en que se conoció la decisión, el Ministro de Salud talibán se encontraba en Beijing para una conferencia (promovida por la OMS) sobre medicina tradicional.