El pontífice fue una de las pocas voces en el mundo que recordó constantemente a este país del sudeste asiático, desgarrado por un conflicto que ya dura más de cuatro años. En 2017, en un momento de gran apertura a nivel político y económico, Francisco también visitó Myanmar, llevando esperanza a los fieles de todas las religiones. Ayer se celebró una misa en la catedral de Rangún para recordarlo.
Desde Yakarta, los movimientos islámicos moderados y las autoridades institucionales expresan su pésame por la muerte del pontífice. Una figura “con autoridad” incluso para los fieles de otras religiones. La importancia de la firma del documento sobre la Fraternidad con el imán de al-Azhar. Para los obispos del país que visitó en septiembre del año pasado, los valores de amor, solidaridad y predilección por los marginados que transmitió son “atemporales”.
Según un nuevo informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, las organizaciones criminales vinculadas a los centros de estafas en línea del sudeste asiático están expandiendo sus actividades en África, América Latina y otras regiones vulnerables gracias a los avances tecnológicos. El negocio - que los expertos describen como un "cáncer" - genera poco menos de 40.000 millones de dólares al año. El centro de este ecosistema ilegal son plataformas en línea accesibles solo de forma privada y los sitios de juegos de azar.
En Malasia comenzó el «Viaje de la Cruz» que terminará el próximo año en la Convención Pastoral. En Negombo una representación para jóvenes y niños de las Lamentaciones con tradiciones y costumbres locales. Decenas de miles en Zamboanga en peregrinación para recordar los sufrimientos de Jesús. En Labuan Bajo, el obispo dirigió el Vía Crucis entre los presos.
Tres semanas después del terremoto que devastó Mandalay y el centro de Myanmar, la Iglesia permanece junto a los fieles y las víctimas, ofreciendo apoyo material y espiritual. Mientras muchas iglesias siguen inhabitables, la Semana Santa se celebra en los campamentos de refugiados y en los salones parroquiales. Maximilian, voluntario de Caritas, afirma que en la destrucción y el dolor «la gente se apoya mutuamente», en una verdadera experiencia de renacimiento.
El testimonio de dos misioneros dehonianos indonesios que desarrollan su ministerio en comunidades católicas de la diócesis de Timika, a horas de viaje en barco y a pie desde la sede de la parroquia. "Mientras estábamos celebrando la Eucaristía el Domingo de Ramos, en medio de una situación de hambre extrema, me preguntaba: ¿Qué haría Jesús aquí?". La generosidad de los que no tiene nada, signo tangible del amor de Cristo.