El alcalde de la capital kazaja ha anunciado para el verano la apertura de la línea de transporte ferroviario que se ha convertido en un monumento a la corrupción en el país tras diez años de proyectos inconclusos. Pero los costes finales y los mecanismos de pago siguen siendo una incógnita.
Desde Kazajistán hasta Tayikistán, en toda la región se han adoptado procedimientos para cambiar la ortografía de los apellidos eliminando las formas patronímicas impuestas durante el dominio zarista y soviético, con el fin de recuperar las raíces turcas u otras raíces étnicas. Sin embargo, sólo unas pocas personalidades han dado este paso, percibido por muchos como una complicación innecesaria.
El analista Syroežkin -liberado de prisión tras ser condenado en 2019 por «traición»- analizó en una entrevista televisiva el estado de las relaciones de Kazajistán con China: «El presidente es uno de los pocos kazajos que puede entender la política china: intenta buscar un equilibrio efectivo con Moscú. Pero sus promesas sobre un país nuevo y justo siguen sin cumplirse».
El vídeo de un «exorcismo» practicado a una niña que se ha hecho viral en las redes sociales está suscitando fuertes discusiones en Kazajistán. La denuncia del intelectual Gaziz Abišev: «La parte ultraconservadora de la sociedad, tras los estandartes de ideologías apasionadas, intenta de diversas formas devolver a la nación a las tinieblas del pasado».
Con las puertas cada vez más cerradas en Rusia, muchos trabajadores de la región se han marchado a Corea del Sur. Pero también aumentan los centroasiáticos en busca de perspectivas en los países occidentales, que a menudo acaban siendo víctimas de explotadores sin escrúpulos. Turquía como destino intermedio donde permanecen unos años, con la esperanza de llegar luego a Europa o América.
Asel Tasmaganbetova, hija de Imangali, secretario de la alianza euroasiática Csto y uno de los políticos más destacados del país, ha lanzado una línea de cosméticos que anuncia como expresión del «auténtico espíritu kazajo».