Memorándum cultural entre la Biblioteca Vaticana y el Museo Nacional de Mongolia

El presidente de Mongolia recibido en audiencia por León XIV. Acuerdo entre la Santa Sede y el Museo Nacional Gengis Kan de Ulán Bator: mayor cooperación, con acceso a los archivos, estudios y conferencias conjuntas. Resultado de las crecientes relaciones diplomáticas reforzadas por el viaje de Bergoglio en 2023.

Roma (AsiaNews) - En el marco de la visita del jueves 4 de diciembre del presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khürelsükh, al papa León XIV, se firmó un protocolo de entendimiento entre el Museo Nacional Gengis Kan de Ulán Bator y la Biblioteca Apostólica Vaticana. El memorándum inicia una nueva cooperación entre las dos instituciones, que permitirá un intercambio cultural mutuo, favoreciendo el acceso a los archivos y los intercambios entre académicos, estudiosos y expertos. Gran parte de la investigación se llevará a cabo sobre documentos relacionados con la historia del Imperio mongol, según informan las partes.

El acuerdo es el resultado de las crecientes relaciones diplomáticas entre Mongolia y la Santa Sede. Los lazos se establecieron oficialmente en Ulán Bator el 4 de abril de 1992. La visita de Ukhnaagiin Khürelsükh, en el cargo desde el 25 de junio de 2021, a Roma representa el primer encuentro a este nivel en 13 años. En más de tres décadas, la cooperación se ha ampliado en los ámbitos de la cultura, la educación, la salud y la ayuda humanitaria.

La visita del papa Francisco a Mongolia en 2023, tierra de minoría cristiana situada entre Rusia y China, por invitación del propio presidente Khürelsükh, es un acontecimiento histórico que ha reforzado aún más los lazos con la Santa Sede, tras ocho siglos de contactos y una importante presencia misionera. Estos contactos también están documentados en la carta del papa Inocencio IV (1195-1254) al Khan Güyüg en 1245, y la respuesta del Gran Khan en 1246, que constituyen valiosas fuentes históricas.

El Museo Nacional Gengis Kan abrió sus puertas en 2022. Se distribuye en seis plantas y alberga 12 000 objetos, que conforman la mayor colección sobre la historia mongola, desde el imperio de Gengis Kan y los posteriores. Antes de ser reunidos en Ulán Bator, los objetos circulaban principalmente por Rusia y Estados Unidos, o se conservaban en los archivos estatales. El objetivo del Museo Gengis Kan, inaugurado hace tres años, es también la formación de especialistas, mediante el registro y el estudio conjunto de documentos y objetos relacionados con la historia mongola presentes en todo el mundo.

La Biblioteca Apostólica Vaticana es, por su parte, una de las bibliotecas más antiguas y valiosas del mundo. En su interior se conservan miles de años de historia, manuscritos, libros antiguos, materiales de archivo, libros impresos, mapas, monedas y medallas. Actualmente, la biblioteca posee más de 1,6 millones de libros y unos 80 000 manuscritos, que constituyen fuentes valiosas en diversas disciplinas, como la religión, la ciencia, el arte, la antropología y la historia.

El memorándum abarca cuatro áreas principales. En primer lugar, programas de intercambio para estudiosos y expertos, con interés y atención a la historia del Imperio mongol, que en su apogeo fue el segundo más extenso de la historia. A continuación, el intercambio de conocimientos y experiencias relacionados con manuscritos, libros y patrimonio documental. Además, el intercambio de bibliografía, biblioteconomía, archivos y sistemas y desarrollo de tecnologías de la información. Por último, la organización de conferencias conjuntas y encuentros académicos y el apoyo a la investigación conjunta.

Durante su visita, el presidente Ukhnaagiin Khürelsükh también fue recibido por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede. Según el programa, rindió homenaje a la tumba del papa Francisco, en la basílica de Santa María la Mayor. Khürelsükh se reunió con el pontífice argentino y le dio la bienvenida a su llegada a Mongolia. En el 43.º viaje apostólico de Bergoglio, del 31 de agosto al 4 de septiembre de 2023. También representó un intento de acercamiento al Extremo Oriente cristiano y, por tanto, a China, con la que, como es sabido, las relaciones diplomáticas son precarias. Francisco, en el viaje narrado por el escritor Javier Cercas en «El loco de Dios en el fin del mundo» (2025), también saludó a los fieles chinos, manifestando este significado «geopolítico».