Inundaciones en Myanmar: frente a un gobierno ineficiente, la sociedad civil se organiza para los socorros

Decenas de organizaciones privadas han decidido dar una respuesta conjunta a la situación de emergencia que afecta a 1,6 millones de personas. A fin de mes estará listo un programa de recuperación de los pueblos más afectados: "No queremos depender del gobierno, que no tiene los recursos para intervenir".

Yangon (AsiaNews / Agencias) - Unir esfuerzos para abordar la crisis humanitaria causada por las inundaciones del mes pasado: eso es lo que decidieron 50 organizaciones de la sociedad civil en Birmania, que se ocupa de la ayuda en las zonas más afectadas, en una conferencia celebrada en Sittwe en los últimos días, la ciudad en la costa oeste del país. Al fin de mes se debe decidir sobre un plan de acción.

Kyaw Thu, director del Paung Ku (uno de los consorcios que participaron en el evento) le dijo al periódico The Irrawaddy que el propósito de la conferencia es construir una respuesta de emergencia mediante el intercambio de plataformas de información durante este tiempo de crisis, para facilitar la recuperación de las aldeas.

La sociedad civil birmana ha decidido moverse después que el gobierno ha demostrado ser ineficaz para enfrentar los enormes daños causados por las lluvias y los deslizamientos de tierra. Khaing Kaung San, director de la fundación Wunlark, declara que la junta militar no cuenta con los recursos para organizar una respuesta a largo plazo: "No queremos depender del plan de recuperación del gobierno, y el período de rehabilitación será más complicado que la respuesta inmediata a la emergencia de los primeros días. Es por eso que nos estamos organizando".

En agosto la unión y coordinación de las organizaciones deberá estar completa. Según datos del Gobierno publicados ayer, las inundaciones causadas por los monzones (que comenzaron a finales de julio) han afectado a 1,6 millones de personas, matando a más de 100. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas informa que un millón de acres de cultivos se han perdido y casi 400.000 personas han sido desplazadas.

La inundación actual es el peor desastre ambiental de la antigua Birmania desde el ciclón Nargis, que en el año 2008 se cobró la vida de 140.000 personas. En esa ocasión, la junta militar gobernante fue criticada por la censura de la información y la negativa a recibir ayuda internacional.