04/07/2017, 14.39
CHINA - AFRICA
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Las inversiones chinas en África se valen de Hong Kong como base financiera y operativa

En 2016, transitaron por Hong Kong  62 millardos de dólares de inversiones extranjeras, y de éstos, 59 millardos iban dirigidos a África. El 90% de las 10.000 empresas chinas que operan en África son de propiedad privada. La ex colonia británica es la puerta de acceso para sitios offshore como las Islas Vírgenes Británicas y la Islas Caimán, utilizadas también por el gobierno chino para las inversiones en el continente africano. China podría acumular una facturación total de 440 millardos de dólares en 2025, pero actualmente ya es el primer socio económico en África. Persiste la falta de respeto por los derechos laborales.   

 Hong Kong (AsiaNews/Agencias) – El 60% de las inversiones chinas dirigidas al exterior se hacen a través de Hong Kong y se estima que en su gran mayoría éstas van destinadas al África. Hong Kong ha celebrado el primero de julio el 20mo aniversario de su entrega a China. La ex colonia británica siempre ha sido un punto de referencia para quien desee entablar negocios con China. Los flujos de capital en el mundo, de hecho, requieren una estructuración financiera especial. Muchos operadores a nivel mundial definen a Hong Kong como la “capital financiera de China”. La ciudad se coloca en el octavo puesto en lo que concierne a inversiones extranjeras, siendo la tercera en Asia, detrás de Beijing y Tokio.  

En el 2016 transitaron a Hong Kong 62 millardos de dólares de inversiones extranjeras, y de éstas unos 59 millardos iban dirigidos a África. Una investigación de Le Monde revela cómo, a través de Hong Kong, puede accederse a las inversiones chinas estructuradas en dólares, y recoger los fondos para poder financiar grandes proyectos de infraestructura en África. Hong Kong también es la puerta de acceso para centros offshore, como las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Caimán. Un sistema que incluso sería utilizado por el gobierno chino, con el propósito de agilizar las operaciones.  Estos son los motivos por los cuales la mayor parte de las inversiones chinas que van dirigidas a África, que reciben luz verde por parte del Ministerio de Comercio, tienen como primer destino Hong Kong. Según un estudio de McKinsey, los flujos financieros que van desde China hacia el África serían cuando menos un 15% superiores a las cifras oficiales. La misma sociedad consultora afirma que las empresas chinas podrían acumular en África una facturación que rondaría en total los 440 millardos de dólares en el año 2025, lo cual representa más del doble de los 180 millardos de dólares generados en 2015. El estudio también revela que el 90% de las 10.000 empresas chinas que operan en África son de propiedad privada, y que se desempeñan en los más variados sectores, abarcando casi un tercio del sector manufacturero, un cuarto del sector de los servicios, y un quinto del comercio, de la construcción y del rubro inmobiliario. En África, las empresas chinas representan cerca del 50% del mercado de la construcción. Casi un cuarto de las empresas chinas que operan en África declara haber cubierto la inversión inicial en el plazo de un año o incluso menos, y un tercio de ellas ha informado que sus márgenes de beneficio superan el 20 por ciento.

Como contraparte, ya son más de 20.000 los africanos que residen en Hong Kong de manera permanente, ciudad que se ha convertido en la intersección del tráfico ilegal de materiales valiosos y de animales exóticos, como es el caso, por ejemplo, del marfil  o de los manis (pangolines). La mayor parte de las cargas clandestinas son transportadas a Hong Kong, porque allí las normativas suelen ser menos severas que las de China, y las tasas son prácticamente inexistentes. De esta manera, la ciudad se ha convertido en la residencia ideal para los hombres de negocios sin escrúpulos. Causó gran conmoción, en el año 2015, el arresto del financista Sam Pa, que aún hoy sigue preso en Beijing, considerado como el intermediario de los negocios entablados entre China y Angola. Encabezando el grupo Queensway con sede en Hong Kong, él sacó amplio partido del secreto bancario y del hecho de operar lejos de la mirada indiscreta del gobierno chino.  

En su primera reunión cumbre con líderes africanos en  Johannesburgo (Sudáfrica), en diciembre de 2015, el presidente Xi Jinping puso a disposición 60 millardos de dólares para financiar diez nuevos acuerdos de colaboración con África. No solamente para infraestructuras y para la construcción, sino también para proyectos energéticos, industriales, agrícolas, cooperación militar, alimentación y salud.

Sin embargo, las violaciones a los reglamentos de trabajo son más comunes entre las empresa chinas, en comparación con las otras empresas extranjeras. Los observadores en materia de derechos humanos critican las condiciones de trabajo de las empresas chinas que operan en África. Un estudio que fue publicado por la John-Hopkins China-Africa en el mes de febrero, revela que menos de la mitad de las empresa chinas que operan en Kenia han firmado contratos de trabajo con todos sus empleados, a diferencia del 100% registrado en las empresas americanas. En el año 2011, Human Rights Watch declaró que saltaban a la vista las violaciones a la seguridad de los trabajadores en las minas de cobre de Zambia, las cuales son administradas por empresas estatales chinas. 

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