Papa: el obispo no es un administrador, sino un testigo de Cristo resucitado que vive por y al lado de su rebaño

Francisco presidió la reunión de la Congregación para los Obispos. "Para encontrar a un obispo, no sirve contabilizar las cualidades humanas , intelectuales, culturales e incluso pastorales". Para "elegirlo", entonces "todos tenemos que elevarnos, subir ", "debemos estar por encima de nuestras preferencias eventuales, gustos, membrecías o tendencias para entrar en la amplitud del horizonte de Dios".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - En la elección de un obispo "no necesitamos un gerente, un director general de una empresa, y menos aún que está al el nivel de nuestra pequeñez o menor cuantía" , sino un "testimonio" del Señor resucitado, un hombre de oración, capaz de "encantar al mundo" con "la oferta de la libertad otorgada por el Evangelio", un "pastor cerca de la gente", que se mantiene cerca de su rebaño. Papa Francisco ha vuelto hoy a delinear lo que él cree que son las características que debe tener un obispo, llamado a suceder a los apóstoles y para mostrar al mundo que "esta es una sucesión ininterrumpida".

La oportunidad de volver a trazar la figura del obispo se le dio al Papa la reunión de la Congregación para los Obispos, que ha presidido esta mañana en el Vaticano. En la presente, recordó que ya había abordado el tema el año pasado, recibiendo a los nuncios. "Sean - había dicho - Pastores cerca de la gente ", padres y hermanos, sean humildes, pacientes y misericordiosos; amen la pobreza, interna como libertad y también externa como sencillez y austeridad de vida,.. no tengan una filosofía de príncipes...que no sean ambiciosos y que no busquen el episcopado, que sean esposos de una Iglesia, sin estar a la búsqueda constante de otra; esto se llama adulterio. Sean capaces de 'vigilar' al rebaño que les será confiado, es decir, de preocuparse por todo lo que lo mantiene unido.: ... capaces de "ver" el rebaño".

Hoy, poniéndose en contacto con el dicasterio que tiene la tarea de mostrar al Papa la mayoría de los candidatos al episcopado , Francisco dio como primera indicación "uno que mira con la amplitud del corazón de Dios". " Nos hace falta alguien que sepa elevarse a la altura de la mirada de Dios para conducirnos hacia El", porque "la gente recorre fatigosamente la llanura de la vida cotidiana, y necesita ser guiado por aquellos que son capaces de ver las cosas desde arriba".

Para "elegir" , entonces " todos tenemos que elevarnos, subir", " Tenemos que elevarnos por encima de nuestras eventuales preferencias, simpatías, pertenencias o tendencias para entrar en la amplitud del horizonte de Dios, y para encontrar a estos portadores de su mirada desde arriba " .

"El criterio esencial para dibujar la cara de los Obispos es que se trata de"un testigo del Resucitado", uno que "ha seguido a Jesús desde el principio, y se construye con el testimonio de los apóstoles de Su Resurrección. Para nosotros este es el criterio unificador: el obispo es el que sabe cómo hacer actual todo lo que le ha sucedido a Jesús y, sobre todo, saber, junto con la Iglesia, ser testigo de su Resurrección. El obispo es ante todo un mártir del Resucitado. No un testigo aislado sino junto con la Iglesia. Su vida y su ministerio deben hacer creíble la Resurrección ".

"Por lo tanto, para individuar a un obispo no hace falta contabilizar sus dotes humanas, intelectuales, culturales y ni siquiera pastorales. Es cierto que necesitamos a alguien que sobresalga (CIC , can. 378 § 1 ) : su integridad humana asegura la capacidad de relaciones sanas... para que no proyecte sobre los demás sus carencias y se convierta en factor de inestabilidad... su solidez cristiana es esencial para promover la fraternidad y la comunión; y su comportamiento justo da fe de la gran calidad de los discípulos del Señor; su preparación cultural le permite dialogar con los hombres y sus culturas...su ortodoxia y fidelidad a la Verdad completa custodiada por la Iglesia hace de él un pilar y un punto de referencia...su transparencia y su desapego a la hora de administrar los bienes de la comunidad le otorgan autoridad y encuentran la estima de todos.

Todas esas dotes imprescindibles deben ser, sin embargo, una declinación del testimonio central del Resucitado, subordinadas a este compromiso prioritario". Es el Espíritu del Resucitado, que hace sus testigos, que integra y eleva la calidad y los valores de la construcción del obispo".

Y, por último, como ya lo había dicho a los nuncios, el Papa Francisco ha vuelto a reafirmar que "la misión del Obispo requiere diligencia y vida cotidiana. Creo que en este momento de encuentros y conferencias es tan actual el decreto de residencia del Concilio de Trento: es tan relevante y sería bueno que la Congregación de los Obispos escribiese algo al respecto. A la grey le sirve encontrar un espacio en el corazón de su pastor. Si no está firmemente anclada en sí mismo, en Cristo y en su Iglesia, será constantemente azotado por las olas obteniendo una compensación efímera y no ofrecerá ningún tipo de refugio para el rebaño" .