Putin y los kazajos coinciden en la ecología, pero se enfrentan por los tigres

de Vladimir Rozanskij

Moscú y Nursultan inician una cooperación para salvar a los animales esteparios en peligro de extinción. Frente común contra los incendios. Para el Kremlin, se necesitan áreas protegidas comunes en las fronteras. El presidente ruso cuestiona la existencia de los "tigres esteparios", que los kazajos pretenden restablecer en la naturaleza.

Moscú (AsiaNews) - "Entre las cuestiones más urgentes que debemos abordar juntos está la supervivencia de los animales en peligro de extinción, y también la lucha contra los incendios en las estepas". Estas fueron las declaraciones del Presidente ruso Vladimir Putin en su discurso en el Foro Internacional de Cooperación entre Rusia y Kazajistán, celebrado días atrás. En esta iniciativa a favor de la supervivencia del medio ambiente asiático, los animales simbólicos son el tigre, el saiga (antílope siberiano) y la foca del Caspio.

Según Putin, para luchar contra los incendios "es imprescindible la instalación de franjas forestales para proteger los bosques y el mantenimiento regenerativo de todo el suelo forestal, y esto solo es posible a través de ciertas condiciones de cooperación y asociación". Rusia está dispuesta a compartir con sus vecinos su experiencia en estos ámbitos, por ejemplo, en la selección de gas asociada al petróleo.

El Kremlin sostiene que es necesario "un proyecto transnacional que una los ecosistemas de las zonas protegidas situadas en la confluencia de la parte occidental de Kazajistán y la región rusa de Volgogrado", un territorio cuya superficie es mayor al de muchas naciones. El presidente ruso recordó que hace 10 años Rusia y Kazajistán habían formado con éxito un complejo natural similar, más pequeño, llamado “Altaj”, que incluía el Parque Nacional Katon-Karagajsky, en el este de Kazajistán, y la Reserva Natural Katun, en la zona montaña central de Altai, en Rusia.

Durante el foro, Putin reaccionó con vehemencia al discurso del ministro kazajo de Ecología, Serikalli Brekešev, quien habló con pasión de la creación de una especie animal que no existe en la naturaleza: el tigre estepario. El Presidente de Kazajistán, Kasym-Žomart Tokaev, también participó en el debate. Luego de más de una hora y media de videoconferencia, Brekešev dijo que el plan para restaurar la población de saigas "supondría una importante migración de antílopes hacia el territorio ruso".

Esta es una de las razones por las que Kazajistán está considerando reintroducir los tigres en Kazajstán, en coordinación con el Fondo de Vida Silvestre de Rusia. De hecho, para este proyecto, ya se ha reservado una zona de 415.000 hectáreas en la región de Almaty. El ministro se dirigió con entusiasmo al Presidente Putin, exclamando que "los padres vienen de los antepasados, ¡los vecinos vienen de Dios!". Putin le dio las gracias y, a continuación, propuso que esta nueva fauna común se establezca y sacie su sed en la zona que bordea el río Irtiš, que divide los dos países.

Los kazajos reaccionaron con cierta sorpresa, ya que no están muy dispuestos a compartir las aguas del Irtiš con los rusos. Llegado este punto, Putin cuestionó la existencia de los tigres esteparios. Tokaev le aseguró que los "tigres turcos" existían hasta principios del siglo pasado, pero desaparecieron tras las guerras mundiales, como si hubieran sido víctimas de un conflicto o de alguna forma de exterminio. El presidente ruso se sintió atacado y fue evidente su nerviosismo (la Gran Guerra Patria es un periodo sagrado para los rusos). Tokaev tuvo que desviar diplomáticamente la conversación, afirmando que "los tigres del territorio ruso serán utilizados como modelo; después de todo, un tigre es siempre un tigre".

Putin también se opuso a esta propuesta, y dijo que "no todos los tigres son iguales, en Rusia está el más grande del mundo, en el Extremo Oriente siberiano: el tigre de Amur". Según los participantes, los dos presidentes siguieron discutiendo acaloradamente cual dos tigres. Al final, Putin propuso posponer la cuestión "a nivel gubernamental, luego del trabajo de los expertos". La integración euroasiática, y la cooperación en la transición ecológica, acabarán en las garras de los animales siberianos.