18/12/2014, 00.00
FILIPINAS - VATICANO
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Sacerdote filipino: La visita del Papa Francisco refuerza la lucha a la corrupción

El p. Atilano "Nonong" Fajardo relanza la campaña "Huwag kang Magnakaw", donde exhorta a "no robar" según los dictámenes del sétimo mandamiento. Él no ahorra críticas contra una nación "de ladrones" a todos los niveles. Pero no pierde el optimismo: "Con los buenos ejemplos, como el del Papa, será posible rescatarnos".

Manila (AsiaNews/Cbcp)- Si tendrá la "rara oportunidad" de encontrase con el Papa durante su visita a Filipinas, le pedirá que rece "para que este nuestro país" sea liberado del cáncer de la "corrupción que ha infectado a muchos" de sus ciudadanos. Mientras tanto, él desea que la presencia de Francisco pueda ser ocasión de "renovación espiritual", para que "los filipinos sepan mirar siempre más dentro de sí y cambiar en mejor". Es lo que afirmó en una entrevista a Cbcp, el p. Atilano "Nonong" Fajardo, sacerdote responsable de la Comisión de Asuntos públicos de la arquidiócesis de Manila, a pocas semanas de la llegada del pontífice argentino a la única nación asiática (junto a Timor Est) de mayoría católica.

Además afirmó que la Iglesia local apoya al Movimiento "Huwag Kang Magnakaw" (en lengua local "no robarás", Ex. 20,15; Dt. 5,19), por el guiado y en primer fila conra la corruptela y los malos negocios en lo público y los privado. Usando un pasaje del Antiguo Testamento para dar voz a su propio programa, el p. fajardo trata de enviar una señal fuerte a sus propios conciudadanos, recordando que los "robos, ganancias ilícitas", son actos que "siempre Dios desaprobó".

El sacerdote recuerda que detrás de este acercamiento riguroso en la lucha a la corrupción encontramos en las palabras del Papa emérito Benedicto XVI; en su encíclica "Spes Salvi", agrega, subraya que el Evangelio no son sólo palabras o un comunicar una serie de cosas, sino es un elemento de conversión continua de tensión hacia el bien.

Para el p. Fajardo, Filipinas se convirtió en "una nación de ladrones", en la cual casi cada persona es culpable, en diversos modos violando el 7° mandamiento: desde los burócratas y altos funcionarios públicos del estado, hasta el último empleado o trabajador independiente, como el estudiante que para superar un examen, copia del compañero de banco. "La corrupción es monopolio de los políticos- advierte- pero ninguno de nosotros está inmune...".

Sin embargo, el sacerdote no pierde el optimismo y la esperanza, órque con las justas motivaciones, los buenos ejemplos y ocasiones particulares, como puede ser la visita del Papa, los filipinos podrán estar en grado de rescatarse. Para dar mayor visibilidad a su iniciativa, él creó unas camisetas con escrito "Huwag Kang Magnakaw"- una llamada de atención y un espejo para reflexionar, explica- y abierto una página en Facebook. En el pasado, también la dirigencia de la Iglesia filipina, entre los cuales el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, han lanzado pedidos y campañas contra la corrupción.

 

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