"Confucio encuentra Marx": el programa de propaganda televisiva de Xi

de John Ai

Hunan Television, un popular canal de televisión, emite un programa de máxima audiencia en el que la variedad se encuentra con la ideología del Partido Comunista. El objetivo del programa es demostrar que el marxismo es compatible con la cultura tradicional china. Un nuevo esfuerzo desesperado de los dirigentes para reforzar la ideología entre los jóvenes; pero en la red también hay burlas a la iniciativa.

Beijing (AsiaNews) - La ideología del Partido Comunista Chino impregna un programa televisivo de variedades, emitido estos días en horario de máxima audiencia en una franja horaria con muchos seguidores. Y el título es un programa en sí mismo: "Cuando Confucio encuentra Marx". El objetivo de las autoridades de Beijing, que apoyaron firmemente su producción, es explicar que el marxismo, teoría fundacional del partido gobernante del país, es "compatible" con la cultura tradicional china y la historia milenaria de su pueblo.

Hunan Television, uno de los canales más populares de China por sus programas de entretenimiento de gran éxito, ha lanzado una serie con un total de cinco episodios de 30 minutos cada uno, a partir de mediados de octubre. El programa narra el encuentro ideal entre Karl Marx y Confucio, con el consiguiente diálogo entre ambos y ambientado en la Academia Yuelu, una de las más prestigiosas del país y antiguo centro de aprendizaje del confucianismo, fundada hace unos mil años. Los episodios pretenden demostrar, a través de una conversación cercana, que el marxismo puede encajar bien en la cultura tradicional china y que seguirá creciendo e impregnando el bagaje cultural de la nación china en el futuro.

Entre los objetivos ideales del programa de televisión está descubrir los puntos en común entre el marxismo y el confucianismo, para apoyar la tesis de que ambas teorías son coherentes y que el pensamiento del actual líder Xi Jinping es el resultado de un "marxismo sinicizado". Por ejemplo, la obra comparaba la "Gran Unidad", una visión utópica confuciana, con el comunismo propuesto por Marx. En esta obra, Marx llega incluso a afirmar que "en realidad, yo mismo soy chino desde hace mucho tiempo".

Las autoridades chinas están explorando una nueva forma de inculcar la ideología del comunismo en la mente de los jóvenes. De ahí también la presencia, como invitados, de algunos estudiantes universitarios que se unieron a la conversación entre los dos antiguos líderes e hicieron algunas preguntas durante la emisión.

Sin embargo, la prédica de la ideología no es el único elemento que caracteriza a la serie. El programa de variedades también entrelaza diversas actuaciones e interludios, como actuaciones de música tradicional, dibujos animados y rap. También hay un elemento tecnológico, con el uso extensivo de inteligencia artificial para hacer más vívidas las escenas y los personajes históricos. Por supuesto, todas las formas de entretenimiento están al servicio de la doctrina del marxismo, en particular de la evolución más reciente del "pensamiento" propugnado por el presidente Xi Jinping.

Desde que el actual líder llegó al poder, ha desarrollado y difundido diferentes tipos de "pensamiento", que abarcan diversos aspectos de la sociedad. Su discurso sobre la cultura es la parte más reciente de la propia evolución del pensamiento: se publicó el 8 de octubre, seguido de cerca por la emisión del primer episodio del programa de variedades al día siguiente. El periódico oficial del partido, el Diario del Pueblo, también intervino en el asunto, afirmando que su objetivo es interpretar y hacer accesible al gran público el pensamiento de Xi Jinping sobre la cultura. Para los medios de comunicación "pro-estado", se trata de un sistema evolutivo y abierto, sin proporcionar ningún detalle ni contenido del pensamiento en sí.

Irónicamente, la antigua filosofía china, incluido el confucianismo, fue considerada una "escoria feudal" que había que erradicar durante la Revolución Cultural. Y bajo el gobierno de Mao, la tumba y los templos de Confucio fueron destruidos por los Guardias Rojos.

Aunque se le considera un ferviente seguidor de Mao, el presidente Xi adopta un enfoque diferente y espera estimular el patriotismo reviviendo también los elementos característicos de la cultura tradicional. Mientras los medios oficiales se jactan de este espectáculo que conecta a Confucio y Marx con un hilo directo, el espectáculo ha provocado muchas burlas y alimentado la sátira en línea de los internautas. Un ejemplo entre muchos surge de un comentario que afirma que "cuando surge la cuestión de la legitimidad, se desatan diversos tipos de argumentos absurdos".

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