León XIV a las Iglesias Orientales: 'Ustedes son muy valiosos. La guerra nunca es inevitable'
En el Aula Pablo VI tuvo lugar el encuentro del Papa con los fieles orientales junto a sus patriarcas y metropolitas, que han llegado a Roma para el Jubileo. "La Iglesia los necesita". Recordó el llamamiento de León XIII: "Custodiar el Oriente cristiano, sobre todo en la Diáspora". Citó a Efrén el Sirio e Isaac de Nínive. Sobre los conflictos en las tierras de Oriente: "La Santa Sede está a disposición para que los enemigos se encuentren". También recibió en audiencia privada a Jannik Sinner y una delegación de tenistas, el deporte que practica el Pontífice.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Un público colorido y alegre - con banderas ondeando, muchas de Ucrania y el Líbano - recibió al Papa León XIV esta mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano. “Me siento muy feliz de estar con ustedes y dedicar a los fieles orientales uno de los primeros encuentros de mi pontificado”, dijo el Papa a los participantes en el Jubileo de las Iglesias Orientales. El programa de estos días (12-14 de mayo) comprende en Roma una serie de celebraciones, en las basílicas de San Pedro y Santa María Maggiore, en los diversos ritos: etíope, armenio, copto, siro-oriental, siro-occidental y bizantino, en los que participan los fieles orientales junto con sus patriarcas y metropolitas. “Ustedes son muy valiosos”, afirmó el Papa Prevost.
El Pontífice explicó que, cuando los mira, piensa en la “variedad de las […] procedencias”, así como “en la historia gloriosa y en los amargos sufrimientos que muchas […] comunidades han padecido o padecen”. León XIV recordó luego las palabras que pronunció el Papa Francisco, en junio de 2024: “Son Iglesias que deben ser amadas: custodian tradiciones espirituales y sapienciales únicas”. Pero el Obispo de Roma recordó también al Papa León XIII, el Pontífice que inspiró su nombre por la atención a las cuestiones sociales en la Iglesia. “Fue el primero que dedicó un documento específico a la dignidad de vuestras Iglesias”, explicó Prevost, refiriéndose a la carta apostólica Orientalium Dignitas (1894). “Señaló que ‘conservar los ritos orientales es más importante de lo que se cree’ y a este fin prescribió incluso que ‘cualquier misionero […] que […] atraiga a algún oriental al rito Latino’ debe ser ‘destituido y excluido de su oficio’”, añadió. “Escuchemos el llamamiento a custodiar y promover el Oriente cristiano, sobre todo en la diáspora”.
“La Iglesia los necesita”, añadió León XIV. Explicó luego que la aportación de Oriente es “grande” y subrayó que es muy importante que el “Occidente cristiano” redescubra sus peculiaridades. “Es fundamental custodiar vuestras tradiciones sin diluirlas, quizás por practicidad y comodidad, para que no sean corrompidas por un espíritu consumista y utilitarista”, dijo. “Vuestras espiritualidades, antiguas y siempre nuevas, son medicinales. En ellas el sentido dramático de la miseria humana se funde con el asombro por la misericordia divina, para que nuestras bajezas no provoquen desesperación”. Invitó entonces a rezar con las palabras de san Efrén el Sirio: “Gloria a ti que de tu cruz has hecho un puente sobre la muerte”. Para luego citar a otro santo de la tradición Oriental, Isaac de Nínive: “El pecado más grande es no creer en las energías de la Resurrección”. Precisamente el Papa Prevost había comenzado la audiencia de hoy anunciando que “Cristo ha resucitado”: “Palabras que, en muchas regiones, el Oriente Cristiano no se cansa de repetir en este tiempo pascual”.
“¿Entonces, quién más que ustedes puede cantar palabras de esperanza en el abismo de la violencia?”, preguntó el Pontífice. “¿Quién más que ustedes, que conocen de cerca los horrores de la guerra, hasta el punto de que el Papa Francisco llamó a sus Iglesias ‘martiriales’?”. Se refirió entonces a los conflictos que afectan a las regiones donde las Iglesias Orientales están llamadas a actuar. “Desde Tierra Santa hasta Ucrania, pasando por el Líbano, Siria, Oriente Medio, Tigray y el Cáucaso, ¡cuánta violencia!”. “Por encima de todo este horror, por encima de las masacres de tantas vidas jóvenes que deberían provocar indignación, porque en nombre de la conquista militar mueren personas, se eleva un llamamiento, no tanto del Papa sino de Cristo, que repite: ‘¡La paz esté con ustedes!’”. Una paz que “es reconciliación, perdón, valentía para pasar página y volver a empezar”, añadió León XIV, haciendo eco de sus primeras palabras como Papa, el pasado jueves.
“Haré todos los esfuerzos posibles para que esta paz se difunda”, afirmó el Pontífice. “La Santa Sede está a disposición para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos, para que a los pueblos se les devuelva la esperanza y se les restituya la dignidad que merecen, la dignidad de la paz”, dijo a todas las partes en conflicto en la Tierra. Una paz que “quieren los pueblos”. Para obtenerla, el Papa León XIV se dirigió a los “responsables”, a los que tienen en su poder el destino de muchas naciones: “¡Encontrémonos, dialoguemos, negociemos! La guerra nunca es inevitable, las armas pueden y deben callar, porque no resuelven los problemas sino que los incrementan; porque el que siembra paz pasará a la historia, no el que cosecha víctimas; porque los otros no son en primer lugar enemigos, sino seres humanos: no son malos que hay que odiar, sino personas con las que hay que hablar”.
Y volvió a repetir el llamamiento que hizo en el primer Regina Caeli del domingo, que retoma a sus predecesores Montini y Wojtyla, y añadió: “La Iglesia no se cansará nunca de repetir: que callen las armas”. Dirigió entonces un agradecimiento "a todos aquellos que en el silencio, en la oración, en la entrega, tejen tramas de paz”. Así como a los "cristianos - orientales y latinos - que, especialmente en Oriente Medio, perseveran y resisten en sus tierras, más fuertes que la tentación de abandonarlas”. Un agradecimiento también para los “hermanos y hermanas de Oriente”, por ser “luces del mundo”. “Sigan brillando por la fe, la esperanza y la caridad, y por nada más - les dijo para concluir -. Que sus Iglesias sean un ejemplo, y los Pastores promuevan con rectitud la comunión, sobre todo en los Sínodos de los Obispos, para que sean lugares de colegialidad y de corresponsabilidad auténtica”. Prevost subrayó finalmente que “el esplendor del Oriente cristiano” pide hoy a grandes voces “libertad de toda dependencia mundana y de toda tendencia contraria a la comunión”.
Esta mañana el Papa León XIV - que es un apasionado jugador de tenis - también tuvo un encuentro privado en el Vaticano con una delegación de la Federación Italiana de practicantes de este deporte, que precisamente en estos días recibe en Roma a los mejores jugadores del mundo para un torneo. En el grupo estaba presente Jannik Sinner, el tenista italiano actualmente número 1 en la clasificación ATP.
23/12/2015
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