Papa: 'En Gaza, la población está agobiada por el hambre. Diálogo y reconciliación entre Tailandia y Camboya'
León XIV habló desde San Pedro, tras su descanso en Castel Gandolfo. "Negociar un futuro de paz para todos los pueblos". Llamamiento al "pleno respeto del derecho humanitario" en Gaza. Comentario al Evangelio: "Amar como Dios nos ama, sin cálculos".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Mi corazón está cerca de todos los que sufren a causa de los conflictos y la violencia en el mundo". Después de rezar el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico Vaticano por primera tras los días de "descanso" en Castel Gandolfo, el papa León XIV recordó hoy algunas de las guerras que están ensangrentando el mundo: en la frontera entre Tailandia y Camboya, en el sur de Siria y en Gaza. Pidió a todas las partes involucradas que se reconozca la "dignidad intrínseca que le ha sido conferida por Dios" "a toda persona humana" y "poner fin a las acciones contraria a ella. Exhorto a negociar un futuro de paz para todos los pueblos y a rechazar todo lo que pueda perjudicarlo".
El Papa dijo que estaba rezando "por las personas involucradas en los enfrentamientos en la frontera entre Tailandia y Camboya, especialmente por los niños y las familias desplazadas". Los enfrentamientos en la frontera de unos 820 km entre los dos vecinos del Sudeste Asiático han recrudecido en estos días, tras las crecientes tensiones de las últimas semanas. A pesar de los llamamientos internacionales que insisten en negociar una tregua - el último de los cuales fue el de Trump, quien anunció un inminente alto el fuego - los intercambios de artillería continúan, con un saldo hasta el momento de 32 muertos y más de 200 mil personas desplazadas. "Que el Príncipe de la Paz inspire a todos a buscar el diálogo y la reconciliación", dijo Prevost.
El Papa León XIV también se refirió a la "gran preocupación" con la que sigue "la gravísima situación humanitaria en Gaza". En el enclave profundamente afectado por la violencia de Israel y la indiferencia de la comunidad internacional, "la población civil está aniquilada por el hambre y sigue expuesta a la violencia y la muerte". Los abusos continúan, a pesar de que el ministro de Relaciones Exteriores israelí Gideon Saar anunció "pausas humanitarias" a partir de mañana para permitir la "distribución de ayuda", lo que hasta ahora no habría sido adecuadamente llevado a cabo por las Naciones Unidas. "Renuevo mi sentido llamamiento al alto el fuego, a la liberación de los rehenes y al respeto integral del derecho humanitario", dijo hoy el Papa Prevost. Y añadió: "Encomiendo a María, Reina de la Paz, a las víctimas inocentes de los conflictos y a los gobernantes que tienen el poder de ponerles fin".
El Papa saludó luego "con especial afecto" a los jóvenes que han llegado a Roma para el Jubileo de los Jóvenes, que se celebra del 28 de julio al 3 de agosto. "Espero que sea para cada uno ocasión para encontrar a Cristo y ser fortalecidos por Él en la fe y en el compromiso de seguirlo con coherencia", dijo. Y recordando la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que se celebra hoy: "Miremos a los abuelos y a los mayores como testigos de esperanza, capaces de iluminar el camino de las nuevas generaciones". E invitó a no dejar solas a las personas mayores: "unámonos a ellos en una alianza de amor y oración".
Antes de la oración mariana, León XIV comentó el Evangelio del día (Lc 11,1-13). En ese pasaje del evangelista Lucas, Jesús enseña a los discípulos a orar cuando uno de ellos se lo pide, y les entrega la oración del Padre Nuestro, "la oración que une a todos los cristianos". Prevost citó entonces el Catecismo de la Iglesia Católica: "por la Oración del Señor, hemos sido revelados a nosotros mismos al mismo tiempo que nos ha sido revelado el Padre". Y señaló la verdad de estas palabras: "Cuanto más rezamos con confianza al Padre de los cielos, más nos descubrimos hijos amados y más conocemos la grandeza de su amor".
El Evangelio de hoy - explicó Prevost - "describe los rasgos de la paternidad de Dios por medio de algunas imágenes sugestivas", como "la de un hombre que se levanta, en el corazón de la noche, para ayudar a un amigo que debe acoger a un visitante inesperado; y también la de un padre que se preocupa por darles cosas buenas a sus hijos". Imágenes que recuerdan que Dios nunca ignora a nadie que se dirige a Él, "ni siquiera cuando llegamos tarde a llamar a su puerta, quizá después de haber cometido errores, omisiones, fracasos", explicó el pontífice.
Recitando el Padre Nuestro, "además de celebrar la gracia de la filiación divina, expresamos también el compromiso de corresponder a ese don, amándonos como hermanos en Cristo", continuó. "No se puede rezar a Dios como “Padre” y después ser duros e insensibles con los demás, sino que es importante dejarse transformar por su bondad, por su paciencia, por su misericordia, para reflejar como en un espejo su rostro en el nuestro". Prevost concluyó el comentario señalando que la liturgia de hoy invita "sentirnos amados y a amar como Dios nos ama: con disponibilidad, discreción, cuidado mutuo, sin hacer cálculos".
17/12/2016 13:14