Seúl un año después del intento de golpe de Estado. Lee: el 3 de diciembre, Día de la Soberanía

Doce meses después de la dramática noche en la que su predecesor Yoon intentó imponer la ley marcial, el actual presidente elogia la resiliencia de la democracia surcoreana y nomina al pueblo coreano para el Premio Nobel de la Paz. También 25 parlamentarios del entonces partido gobernante han presentado disculpas públicas. Mientras tanto, los juicios continúan: se piden 14 años por corrupción para la ex primera dama.

Seúl (AsiaNews) – En un discurso a la nación en el primer aniversario del fallido intento de imponer la ley marcial por parte de su predecesor, Yoon Suk Yeol, el presidente surcoreano Lee Jae Myung declaró su intención de designar el 3 de diciembre como «Día Nacional de la Soberanía», argumentando que lo ocurrido hace un año «demostró al mundo la resiliencia democrática de Corea del Sur».

Lee también afirmó que, al haber «derrotado un poder injusto» por medios pacíficos, el pueblo surcoreano se ha ganado plenamente el Premio Nobel de la Paz. «Ha sido la primera vez desde principios del siglo XXI que se ha producido un golpe de Estado en una democracia como Corea del Sur», añadió Lee. Al mismo tiempo, de forma sin precedentes en la historia mundial, el golpe de Estado fue impedido de manera pacífica y espléndida por manos de ciudadanos desarmados. El Gobierno, nacido de la «revolución de la luz», designará el 3 de diciembre como Día Nacional de la Soberanía para honrar el gran valor y las acciones del pueblo surcoreano».

El 3 de diciembre de 2024 , ante el estancamiento político creado por las tensiones en el Parlamento, controlado por la oposición, el entonces presidente Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial, invocando los poderes de emergencia para establecer un control militar y citando lo que describió como una «disfunción gubernamental», además de la necesidad de eliminar las fuerzas pro-norcoreanas y defender el orden constitucional. El decreto fue anulado por la Asamblea Nacional en menos de tres horas, y Yoon lo revocó formalmente más tarde ese mismo día. Posteriormente fue sometido a un juicio político hasta su destitución, que condujo a las nuevas elecciones presidenciales ganadas en julio por Lee.

El expresidente Yoon sigue en prisión y su juicio por insurrección debería concluir en las próximas semanas. Mientras tanto, hoy mismo la fiscalía ha solicitado una pena de 15 años de prisión también para su esposa, Kim Keon Hee, acusada de corrupción por una serie de regalos aceptados durante el mandato de su marido. Las secuelas judiciales tras los hechos de hace un año muestran lo profunda que sigue siendo la polarización en el país.

«El severo castigo para los implicados en el golpe de Estado es solo el principio», afirmó Lee en su discurso, defendiendo las investigaciones. «Para construir una nación en la que nadie pueda volver a soñar con un golpe de Estado y en la que nadie pueda amenazar la luz de la soberanía popular, es esencial una "unidad justa". Junto con el gran pueblo de Corea del Sur, que ha encendido la antorcha de la democracia —concluyó—, nos aseguraremos de que la revolución de la luz se complete plenamente».

Mientras tanto, hoy, 25 parlamentarios del Partido del Poder del Pueblo, la fuerza política que apoyaba a Yoon, hoy en la oposición, han presentado sus disculpas a la nación por el fallido intento de imponer la ley marcial, prometiendo romper los lazos con el expresidente. Calificaron lo ocurrido hace un año como un «acto inconstitucional y antidemocrático» que aplastó la democracia liberal que los surcoreanos habían construido «con su sangre y sudor». «Pedimos sinceras disculpas al público, como miembros del entonces partido gobernante, por no haber podido detener a tiempo la ley marcial y por haber causado un gran dolor y confusión», declararon, inclinando la cabeza en señal de disculpa.

Por otra parte, el líder del PPP, Jang Dong-hyuk, publicó un mensaje en Facebook en el que afirmaba sentir una «profunda responsabilidad» como líder del partido por la crisis de la ley marcial y la posterior destitución de Yoon, que provocó una «serie de tragedias políticas» y causó una profunda decepción y confusión entre el público.

Solo 18 de los entonces 108 parlamentarios del PPP participaron el 3 de diciembre de 2024 en la votación parlamentaria para revocar el decreto de Yoon, que se aprobó por unanimidad a la mañana siguiente con 190 parlamentarios presentes de los 300 miembros de la Asamblea.