Vicario de Phnom Penh, 'Recemos por la paz'. Tercer día de enfrentamientos con Bangkok
En un mensaje en nombre de la pequeña comunidad católica camboyana sobre los combates en curso con Tailandia, Mons. Olivier Schmitthaeusler llama a respetar el derecho internacional e invita a todas las parroquias a rezar para que los gobernantes encuentren una solución "amistosa, sostenible y justa". Continúan las acusaciones cruzadas entre ambos países, mientras también cayeron algunos misiles en Laos. Más de 30 muertos y 200 mil desplazados.
Phnom Penh (AsiaNews/Agencias) - Por tercer día consecutivo continúan los enfrentamientos en la frontera entre Tailandia y Camboya, y desde Phnom Penh el vicario apostólico Mons. Olivier Schmitthaeusler, misionero del MEP, hizo un llamado a la paz en nombre de la pequeña comunidad camboyana e invitó a todas las parroquias a rezar en las misas de mañana por la paz y la fraternidad. En las últimas horas las antiguas tensiones entre los dos países por la soberanía sobre los templos de Preah Vihear y Ta Muen Thom se han convertido en un conflicto armado.
"Rezamos por los muertos y los heridos, por todos aquellos que han tenido que abandonar sus hogares para refugiarse de los bombardeos. Rezamos para que nuestros gobernantes y la comunidad internacional inicien de inmediato un camino de diálogo que ponga fin a este conflicto en la frontera. Rezamos por nuestros soldados y sus familias, que viven con miedo y angustia. Rezamos por nuestros pueblos que quieren vivir en paz y armonía. Hermanos y hermanas - concluye -, la oración es nuestra única arma y nuestro único escudo".
En una nota que se difundió en el día de ayer, Mons. Schmitthaeusler también condena expresamente las "violaciones del ejército tailandés" en las provincias de Oddar Meanchay y Preah Vihear. "Nosotros, autoridades y miembros de la Iglesia Católica en Camboya - dice -, reafirmamos nuestra firme adhesión a los principios del derecho internacional, incluyendo la Carta de las Naciones Unidas y la Carta de la ASEAN, que prohíben la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial y la independencia de cualquier Estado. Mantener la paz y la resolución pacífica de las controversias son los fundamentos más importantes para los intereses comunes de ambos países".
"Creemos firmemente en la sabiduría y la capacidad del gobierno de Camboya y de nuestras Fuerzas Armadas para defender el territorio y buscar soluciones pacíficas y diplomáticas para proteger la integridad, el territorio y los intereses nacionales – continúa el prelado –. Las palabras de Jesucristo nos enseñan: '¡Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios!' (Mt 5,9). Esta palabra nos recuerda que construir la paz es el mejor camino".
Mons. Schmitthaeusler invoca la bendición de Dios sobre las miles de personas "que están huyendo en busca de seguridad y protección, y la fuerza para perseverar en este momento difícil. Pedimos a Dios que dé a nuestros gobernantes la sabiduría y la fuerza para alcanzar una solución pacífica, amistosa, sostenible y justa".
Por otra parte, a pesar de los llamamientos al alto el fuego de ambos frentes, siguen llegando noticias de nuevas acciones militares. Esta mañana, el gobierno de Phnom Penh también informó por primera vez la muerte de 13 camboyanos, lo que eleva el número total de víctimas a al menos 32. Entre los dos países también hay una guerra de versiones sobre lo que realmente está sucediendo en el terreno, con acusaciones mutuas de incursiones en su territorio que habrían sido repelidas. Uno de los hechos más preocupantes ha sido la caída de algunos misiles dentro del territorio del vecino Laos, y Bangkok y Phnom Penh se culpan mutuamente.
Mientras tanto, crece la movilización de los desplazados de las zonas afectadas por los combates. Entre Tailandia y Camboya, cerca de 200 mil personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares para buscar refugio.