La IV Sesión Plenaria para salvar el Partido Comunista de China de sus contradicciones

de Bernardo Cervellera

La Constitución predica que quien gobierna es el pueblo, pero el partido está por encima de las personas y por encima de la Constitución. La decepción para las aperturas de Xi Jinping. La comparación con Liu Xiaobo y la Carta 08. La dificultad de la elaboración de una economía de mercado y la centralización; el socialismo y la tradición china. El miedo de acabar como la URSS.

Roma (AsiaNews) - La Cuarta Sesión Plenaria del Partido Comunista de China se llevará a cabo en la capital de 20 a 23 octubre y voluntad tema de la administración de la ley en un país donde no hay independencia judicial y donde los miembros del Partido se conciben por encima de la ley.

Una declaración del Buró Político, la cual fue publicada el 29 de septiembre con el anuncio del Pleno, afirma que para construir una sociedad próspera, es necesario hacer hincapié en el estado de derecho y la capacidad del Partido para gobernar. Pero ahora se dice que el estado de derecho va ser promovido bajo la dirección del Partido. Sólo entonces viene la defensa de la Constitución, los derechos de la gente, la justicia y la seguridad nacional.

Dentro de este marco parece que no puede haber grandes cambios en el horizonte.

Desde los primeros días de su secretaria, en 2012, Xi Jinping subrayó que China debe regirse de acuerdo a la Constitución y que "ninguna organización o individuo tiene el privilegio de pasar por encima de la Constitución y la ley". Tales declaraciones de Xi, repetidas de nuevo el mes pasado, han aumentado las esperanzas en la sociedad y en las facciones liberales del Partito que al fin la constitución sería acatada..

Los primeros artículos de la Constitución china son de ensueño: afirman que la nación pertenece al pueblo, que ejerce el poder a través de las asambleas nacionales y locales, cuyos miembros son elegidos de manera democrática y responde a la gente y a su supervisión. Además, la carta garantía la libertad de expresión, de prensa, de asociación y de expresión pública, incluso con manifestaciones.

El problema es que la Constitución no establece un límite para el Partido, que se mantiene por encima de la carta, expresando un monopolio en el ejercicio del poder y de conceder derechos a las personas.

En 2008 un grupo de expertos, dirigido por el intelectual Liu Xiaobo, escribió la Carta 08, que pide simplemente que "la Constitución es la ley suprema del país, por encima de cualquier incumplimiento por parte de los individuos, grupos o los partidos políticos". De esta manera, se debe reescribir la constitución para dar a la gente el poder real, incautado por el Partido. El Partido respondió oscureciendo su Internet el texto de la Carta 08, arrestando a algunos de los escritores y condenando a Liu Xiaobo a 11 años de prisión.

Sin embargo, el ala liberal del partido a menudo se ha preguntado quién corregirá estas discrepancias y si se pone la constitución por encima del Partito.

Mientras tanto, el público ha sido testigo de la guerra de Xi contra la corrupción, para poner en proceso grandes personalidades del Partido come Zhou Yongkang. Esta lucha contra los "tigres y moscas" es defendida por Xi como una demostración de que la ley está por encima de los miembros del Partido. Pero muchos analistas lo ven simplemente otra lucha de poder contra una facción dentro de la dirección.

Además, hace meses, el Departamento de propaganda circuló un documento interno (conocido como el Documento no. 9) en el cual se erradicaba de la sociedad china "siete corrientes subversivas." Entre ellos se incluye el "constitucionalismo occidental".

Desde entonces, muchos medios estatales han condenado el "constitucionalismo" como una trampa de de occidente para hacer caer el Partito comunista chino.

El hecho es que el Partido Comunista debe resolver algunas de las contradicciones dentro de su ideología: cómo armar su socialismo con una economía de mercado; cómo coexistir marxismo y las tradiciones chinas; cómo armar a las fuerzas del mercado y la centralización del poder.

Hasta ahora, la respuesta siempre ha sido que "el Partido sabe" cómo hacer y aplicar su política a través de la represión de todas las fuerzas que tratan de caminar y de escapar de su control. Pero de esta manera se le priva incluso de los más creativos. Así como fue la Unión Soviética, cuyo destino es tan aborrecido y temido por los lideres